El Episcopado ultima su respuesta a la petición del PSOE de participar en la comisión antiabusos con una profunda división entre los que apuestan por colaborar plenamente con la investigación, y los que prefieren continuar actuando caso a caso, diócesis a diócesis, sin hacer una auditoría global
Un vídeo del director de Comunicación de la CEE plantea un 'cambio de tono' en el modo de afrontar los abusos por parte de la Casa de la Iglesia: Vera admite recibir “con dolor y con sorpresa” la aparición de estos casos de abusos en el seno de la actividad eclesial contra menores “que habían confiado a su protección y a su formación”, aunque reivindica el camino emprendido desde hace años
Un encuentro global con víctimas de abusos, entre las posibilidades abiertas y que serán debatidas en el Comité Ejecutivo de la próxima semana, del que seguramente salga una primera respuesta a las peticiones del Gobierno, aunque será la Plenaria la que pueda dar un mandato pleno
Tanto obispos como Gobierno tienen claras dos cosas: una, va a haber una investigación sobre los abusos en la Iglesia española; dos, ésta no será más que un 'brindis al sol' si la Iglesia no asume su responsabilidad, y abre los archivos eclesiásticos (inviolables, según los Acuerdos Iglesia-Estado) y, sobre todo, si no se hace un ejercicio de búsqueda de la memoria, y se recogen testimonios de víctimas que jamás aparecerán en los archivos
Porque, como asumió hace meses monseñor Argüello, que los archivos estén vacíos no significa que no haya casos, sino que no se consignaban. Y el temor de las víctimas de abusos es, en cierto modo, similar al de los familiares de asesinados durante la Guerra Civil y la dictadura y enterrados en fosas comunes: que el tiempo les acabe condenando al olvido de la Historia