Leemos el periódico, escuchamos la radio o la televisión y lo único que tenemos son malas noticias, dolor y tragedia, ¿por qué no salen las buenas, que también las hay?, no deben de interesar…
Nos sentimos desolados, a la intemperie, autobuses que van y vienen con publicidad como: “Dios existe o Dios no existe”… ¿Qué nos está pasando, es que nos hemos vuelto locos? ¿Qué le está pasando al ser humano?
Con impotencia e indignación vemos como toda Europa se ve involucrada en una crisis provocada por el capitalismo neoliberal. Quién no conoce un amigo, familiar, allegado que no está pasando por una mala situación. Despidos laborales injustificados que acabarán justificando una serie de robos e inseguridad ciudadana provocada por esta desesperación de ver que no hay nada para llevarse a la boca… pero Dios sigue hablando en medio de todo. ¿Quizá no es esto lo que los países llamados “del primer mundo” nos merecemos? Puede que tengamos que pararnos y evaluar el momento social en el cual nos encontramos y qué es lo que nos dice Dios ante esto, porque algo nos está diciendo… A los pobres sólo les queda seguir luchando, creyendo con todas sus fuerzas y confiando en que “otro mundo es posible”, en que llegará el día en que ya no hablaremos de primer y tercer mundo, sino que seremos un solo mundo. Un mundo igualitario. ¿Será utopía? Puede que sea así, pero necesitamos seguir creyendo en ella…