La autopresentación de Jesús (y II) 73-05

Hoy escribe Antonio Piñero

Decíamos el día anterior que, según Sacchi, Marcos se diferencia de los otros evangelistas en que ofrece en su obra una "autopresentación de Jesús" por medio de "hechos y palabras". Se sobreentiende por el lector que por medio de "hechos y palabras históricas" de Jesús. Y añade que en eso se diferencia Marcos de los otros evangelistas que presentan a Jesús como un ser divino, por medio de a) una declaración solemne = Evangelio de Juan, Prólogo; y b) por medio de una concepción milagrosa de Jesús obrada en María or Dios como Espíritu = Evangelios de Mateo y de Lucas.



No parece que así sea, es decir no me parece probable que deba entenderse así el propósito de Marcos al escribir su evangelio. Y lo deduzco, entre otras cosas, por el probable sentido que para Marcos debía de tener la exclamación del centurión de Mc 15,39. Habría que comprenderla al estilo de los paganos: Jesús es hijo “físico”, real de Dios. ¿Por qué? porque está hablando un pagano, que no hace esas distinciones e interpreta la situación según su cultura. "Hijo de Dios" para un pagano es un hijo físico, real, sin más.

Por tanto, concluyo, igual habría entender el sentido de la frase en Mc 1,1, puesto que se trataría de una "inclusión", como Mac 15,39. Serían frases paralelas, frases "abrazaderas", con el mismo sentido. Por tanto, el evangelista Marcos, ya desde el principio de su evangelio, propone, según su fe cristiana, que no se debe entender "hijo de Dios" no en sentido débil, sino fuerte: "Hijo real, óntico, de Dios"

Algunos comentaristas, sin embargo, proponen que toda esta teoría literaria de la "inclusión" cae por la base en este caso porque el inicio del Evangelio de Marcos no pertenece al texto original. Es un añadido posterior. Se declara así que el v. 1 no es del evangelista, sino una glosa de algún escriba en el sentido de Mc 15,39.

Pero de todo esta problemática Sacchi no dice nada, más que fugazmente. Escribe: “En todo caso sería expresión, como diríamos hoy, de la teología de Marcos" (p. 101). Yo creo que el lector que haga un análisis de esta página de Sacchi puede quedar un poco confuso, sin saber exactamente qué es lo que piensa el autor del libro.

Continuamos. Marcos nos cuenta que después que Jesús saliera del agua oyó una voz celeste que proclamaba “Tú eres mi hijo predilecto. En ti me he complacido”. Sacchi comenta: “Y estas palabras no son de Marcos, sino de Dios. De cualquier modo se trata de una experiencia si no de Jesús sólo, del Bautista y de unos pocos más”.

Teniendo en cuenta esta frase de Sacchi, parece, pues claro que –a todas luces en mi opinión- que no tenemos aquí, en el capítulo 1 del Evangelio de Marcos, una autopresentación de Jesús a base de simples hechos y palabras (se sobrentiende históricos), sino una presentación de Jesús por parte del Evangelista, puesto que “Tú eres mi hijo predilecto” es una asociación expresa de Jesús con el “siervo de Yahvé” tal como aparece en Isaías 42,1

“He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones”


y tal asociación me parece que es propia de la comunidad postpascual: hay pocos indicios de que pueda atribuírsele al Jesús histórico.

Por último, yo diría que habría que esperar en todo este pasaje de la teofanía una alusión, al menos, de Sacchi a la posibilidad de que el bautismo de Jesús y las frases de la voz celeste de Dios expresaran una teología “adopcionista”, como opinan no pocos comentaristas. Jesús sería hasta este momento un mero hombre, “adoptado” por Dios como “hijo suyo” desde el bautismo.

Gonzalo del Cerro ha dedicado una serie muy larga a explicar la teología adopcionista de Elipando de Toledo y Félix de Urgel, en postales pasadas…, por lo que yo no me veo con la suficiente autoridad para detenerme en esta teología mucho tiempo.

Pero desde luego es claro que este tipo de cristología piensa siempre en un Jesús como mero hombre luego “elevado” –adoptado- a un rango divino que nunca sabremos muy bien en qué consiste.

Sacchi termina así este apartado:

Marcos buscó en su memoria y en sus documentos los eventos que confirmasen la filiación excepcional de Jesús respecto a Dios. Los hechos, en cuanto tienen de testimonio, tienen por este motivo una fuerza probativa que no pueden asumir las palabras. Y estos hechos, acaecidos en algún momento de la vida de Jesús, deben servir para hacer comprender lo que a Marco le parecía fundamental, y lo que era necesario colocar al inicio del Evangelio para que los demás creyesen. Así la naturaleza de Jesús aparece gradualmente por medio de los hechos mismos” (pp. 101-102).


Analizando la naturaleza de estos “hechos”, se ve que son totalmente sobrenaturales, sólo conocibles por la fe. Por tanto: no acabo de ver, en honor a la verdad, y un tanto en contra de lo dicho al principio de esta postal y la anterior, en qué se diferencia Marcos del Evangelio de Juan, como no sea en una posible teología adopcionista. Para Marcos, cuando escribe su evangelio Jesús sería ya hijo de Dios. Pero no lo sería desde toda la eternidad, como en el Evangelio de Juan, sino sólo desde el Bautismo.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com

…………….

Nota informativa:

Si algún lector del presente blog, está interesado en un comentario breve a la estructura y significado básico de las Epístola auténticas de Pablo, puede consultar cómodamente mi otro blog, titulado “Cristianismo e historia” de la revista electrónica “Tendencias 21”, en el que estoy escribiendo sobre este tema.

Manera de acceder a este blog:

• Pinchando en el enlace que arriba a la izquierda, como “link”, tiene esta página del presente blog.

• O bien escribiendo: http://www.tendencias21.net/crist/
Volver arriba