“Jesús recordado” de James D. G. Dunn (109-A)



Hoy escribe Antonio Piñero

El libro que deseo presentarles a Ustedes hoy es uno de los más imponentes que he leído en los últimos tiempos. En opinión de Rafael Aguirre –cuyo libro homenaje “Reimaginando los orígenes del cristianismo” hemos comentado en este blog-, su autor -catedrático emérito de Nuevo Testamento en la Univerisdad de Durham- Inglaterra:

“Es uno de los biblistas contemporáneos más reconocidos mundialmente, y aúna el rigor científico con una exposición clara y agradable. En este libro incorpora los estudios actuales sobre la memoria para comprender el origen y la transmisión de la tradición evangélica, así como para valorar su testimonio acerca de Jesús. Actualmente se escribe mucho sobre este personaje, pero este libro de Dunn será de los pocos que queden como obra de referencia”.


Igualmente, John Paul Meier, el famoso autor de la magna obra aún incompleta, Un judío marginal, cuya próxima entrega estamos ya esperando, alaba al autor que hoy presentamos:

“Recomiendo encarecidamente ‘Jesús recordado’ a todos los interesados en un enfoque profundo y metodológicamente rico de las más importantes cuestiones que en la actual búsqueda del Jesús histórico sirven de reto y estímulo”.


He aquí la ficha del libro:

El cristianismo en sus comienzos. Volumen I: “Jesús recordado”. Trad. de Serafín Fernández Martínez. Editorial Verbo Divino, Estella (Navarra, España), 2009, 1086 pp. ISBN: 978-84-8169-864-0.


Este libro intenta ofrecer una visión amplia de los comienzos del cristianismo, desde Jesús de Nazaret hasta aproximadamente mediados del siglo II d.C., con el propósito de entender los escritos neotestamentarios en su contexto histórico. El libro es el fruto de la docencia y reflexión del autor sobre todo en la Facultad de Teología de la universidad inglesa de Durham, y está concebido como lo que podría enseñarse idealmente –de un modo oral someramente; más profundo por escrito- en tres cursos académicos:

1) Jesús,
2) Pablo de Tarso,
3) la segunda generación cristiana, la época que se ha llamado “subapostólica” = inmediatamente posterior a los apóstoles (según se supone usualmente),

para terminar con lo que podríamos denominar los inicios de la tercera generación cristiana, es decir, hasta la época del último escrito admitido en el canon del Nuevo Testamento (Segunda Carta de Pedro = compuesta hacia el 120 d.C.)… para llegar quizás hasta el 150 d.C.

En este primer volumen se centra el Prof. Dunn en la tradición en torno a Jesús de Nazaret, y su exposición va guiada por buscar una respuesta satisfactoria a

Examinar los datos fundamentales –casi siempre de carácter textual) que es preciso tener en cuenta al juzgar si una tradición puede remontarse a Jesús o, como prefiero decir, al efecto inicial producido por su enseñanza y actividad. Ambas razones me han inducido a 1) soslayar el inmenso acervo ya disponible de comentarios a los textos evangélicos, para ocuparme principalmente de las obras modernas que entran en algún detalle en la historia de la tradición subyacente a los evangelios, y 2) a no dudar en plantear preguntas históricas relativas al origen de esas tradiciones. Las cuestiones de cómo funcionan las distintas tradiciones dentro de cada evangelio quedan para un volumen posterior” (p. 25).


En inglés los tres volúmenes llevan el título “Christianity in the Making”, sintagma que el traductor ha optado por verter como “El cristianismo en sus comienzos”, que no está mal; aunque es posible también “La formación del cristianismo”. El número de páginas del primer tomo es imponente, como se ve por la ficha, y no es costumbre ya editar libros tan voluminosos, pues sólo el pago de los derechos y la tarea de la traducción son muy notables. Es sin duda un signo de que la Editorial tiene plena seguridad de que el libro merece la pena.

Pienso, como otras veces, que un breve repaso al contenido del libro es la mejor presentación, en este caso unido a nuestros propios comentarios.

El inicio del libro (un capítulo introductorio sobre la historia más reciente de la investigación de los comienzos del cristianismo y los propósitos de Dunn al respecto) me parece muy interesante, pues el comienzo del tercer milenio de la era común es un buen momento para evaluar los frutos de la investigación de los dos últimos siglos.

Hay tres factores que, según Dunn, llevan a esta evaluación:

1) una revisión a fondo de cómo corregir ciertos excesos de los métodos históricos-críticos;

2) la interacción con la filología y el método histórico tradicional de otras disciplinas como la sociología y la antropología, que han supuesto la incorporación de nuevas perspectivas al estudio de los textos neotestamentarios. Aunque siempre –añadiría- con el cuidado de no “pasarse al otro extremo”: a veces estos estudios, tras laboriosas investigaciones de muchas páginas, nos conducen a lo que ya sabíamos desde mucho antes, sin avanzar apenas un paso. Los “viejos del lugar” recordarán que en parte pasó esto hace décadas con los estudios “estructuralistas”: un inmenso e intrincado esfuerzo de análisis laboriosos para poca cosecha.

Finalmente 3) el siglo XX nos ha proporcionado, y enriquecido con, nuevos textos: los Manuscritos del Mar Muerto y los códices de Nag Hammadi.

Estos descubrimientos han obligado a replantearse algunas ideas de la investigación que se consideraban muy bien adquiridas, por ejemplo cómo entender la aparición del judeocristianismo entro de una matriz judía que era mucho más compleja y pluriforme de lo que habíamos pensado; o bien como el cristianismo en sus comienzos era también mucho más plural que incluso lo que nos indica el estudio del Nuevo Testamento. Si este corpus de escritos ha podido ser definido como “un cajón de sastre” de perspectivas teológicas muy diversas…, esta definición se ha quedado corta porque el cristianismo primitivo era mucho más variado aún: había al principio muchos cristianismos de los cuales ha quedado prácticamente uno, el paulino.

El primer capítulo, introductorio, del libro que presentamos nos ofrece, por último, una primera materia de reflexión personal. El título del libro de James Dunn es “Jesús recordado”… Pero, ¿no sería quizás más exacto que fuera “Jesús recordado y reinterpretado”? Este punto de vista me parece más concorde con la realidad de lo que nos parece que ocurrió..., y pienso que de haberlo adoptado el autor habría cambiado la perspectiva de todo el libro.

Seguiremos comentando. Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
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En el otro blog, “Cristianismo e Historia”, el tema de hoy es

“Lugar de composición y fecha de la Carta a los filipenses”

Manera de llegar a este comunicación:

Pinchando en la página presente, arriba a la izquierda, donde hay un par de contactos o “links”. Uno de ellos es “Cristianismo e Historia”

Saludos de nuevo
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