¡Feliz sábado! En el tiempo de Pascua suele usarse la antífona «Regina coeli» pero no es lo que vamos a escuchar hoy, como puedes comprobar en el título. Ayer te traje música contemporánea y hoy comprobarás que también la he etiquetado como tal. No te asustes porque la obra de hoy es muy cómoda de escuchar y no tiene experimentalismos especialmente fuertes. De hecho, se trata de una obra muy bella que casi puedo asegurar que disfrutarás varias veces. ¿Te apetece comprobarlo?

Hoy nos visita Paweł Łukaszewski (1968), compositor polaco nacido en Częstochowa. Pertenece a la generación de compositores polacos jóvenes especialmente interesado en la música religiosa coral. De hecho, su localidad natal es uno de los centros marianos más importantes de Europa, desde la Edad Media, y es sede de un importante festival de música sacra. Su lenguaje se parece más al de Górecki o Killar que al de Penderecki, y también bebe de las fuentes del estonio Arvo Pärt y del británico John Tavener. Suele componer basándose en progresiones no funcionales entre tríadas y acordes distantes, a los que se les añade sextas, séptimas y novenas. A veces usa quintas paralelas de una forma que incluso podemos calificar de exótica. Añade otros elementos como los glissandos, el parlando, el susurrando, muchas veces para responder a las sugerencias del texto. Tiene especial cuidado al balance y equilibrio de las obras, teniendo muy en cuenta dónde poner cada clímax y cómo adaptar los patrones métricos de cada texto a la composición.

Una de esas obras bellas salida de sus manos es su Ave Maria, composición de 1992 para doble coro. Todas las características que te he comentado, quizá en un estadio un punto men os evolucionado podemos apreciarlas en esta obra, temprana en su catálogo. Se basa casi de forma íntegra en una escala de Sol Mayor que va evolucionando por grados hasta llegar al punto culminante que es un fa acompañados por bellos acordes en la menor. Aquí Łukaszewski imita el famoso acorde de la «Heroica» de Beethoven que se refleja en la famosa «Sinfonía nº 3» de Górecki. Una obra muy bella que uno no se contenta con disfrutarla solo una vez.

La interpretación es del Coro Filarmónico de Varsovia dirigido por Henryk Wojnarowski.