Hoy es un día mágico, especial entre todos los del año. Si hay una noche cargada de misterio es esta noche, la de Nochebuena. Los cristianos celebramos un acontecimiento capital, el del nacimiento de Dios, el del Dios que se hace como uno de nosotros. Y para ese momento te traigo hoy una música bellísima, inmortal y emocionante, digna de este día.

Quien se va a encargar de poner fondo musical hoy es Tomás Luis de Victoria (1548-1611), maestro español nacido en la provincia de Ávila. Fue el polifonista más importante de su época y también uno de los más prominentes de Europa. Fue enviado a estudiar a Italia. En 1571 sucedió a Palestrina como maestro de coro y luego fue ordenado sacerdote. Regresó a España en 1585 y sirvió a la emperatriz María hasta su muerte en 1611. La producción de Victoria está formada por obras religiosas, a pesar de que algunas de ellas tiene cantus firmus profano. Aunque su paso por Italia es evidente en sus obras nunca abandonó el espíritu español. De hecho, muchas de sus obras más celebradas fueron compuestas tras su regreso del país italiano.

Una de sus obras más celebradas es su motete O Magnum Mysterium, a 4 voces. Hay quien dice que este es el motete más famoso de todo el XVI. Fue publicado en Venecia en 1572 y, con medios realmente tradicionales y apegados a la Contrarreforma, Victoria construye una de sus piezas más intensas. Aunque la inscripción original reza que es para el día de la Circuncisión, en realidad se trata de una obra para la Navidad. En tono es reverencial y ceremonioso a más no poder, describiendo ese momento en que los pastores ven al Mesías en el pesebre rodeado de animales. Estamos sin duda ante un trozo de historia, adecuado para celebrar como Dios manda este bello día de Nochebuena. ¡Feliz día y feliz Navidad!

La partitura de esta joya la puedes descargar aquí.

La interpretación es la del conjunto The Cambridge Singers.