¡Feliz martes! La obra de hoy tiene una calidez especial. Te adelanto que la proporciona el violonchelo, con ese sonido siempre tan próximo al de la voz humana. Cuando un buen compositor y un no menos extraordinario intérprete son capaces de unirse de forma perfecta, este instrumento es capaz de hacernos casi llorar. Sinceramente, creo que la obra de hoy va a conseguir ese efecto y lo hará hasta tal punto que seguro que la escucharás varias veces. A mí me ha pasado.

Creo que alguna vez te he presentado a Granville Bantock (1868-1946), compositor británico nacido en Londres. Estudió en el Trinity College y en la Royal Academy. Era una persona musicalmente muy generosa ya que no dudaba interpretar y versionar obras de sus contemporáneos amigos. Era un devoto de Sibelius y fue uno de los primeros en presentar su música el público británico. El finlandés le dedicó su tercera sinfonía y se convirtieron en buenos amigos. La música de Bantock está muy influida por la de Wagner y Strauss pero también recogió el gran patrimonio popular inglés y obras de otros orígenes, como es el caso de la composición de hoy. Era catedrático de música en la Universidad de Birmingham y en ese puesto sucedió a Edward Elgar. También colaboró con la ciudad para engrandecer su música y su orquesta. Su música se encuadra dentro de la armonía tradicional pero casi la bordea llegando a regiones cuya intención es darla aún más expresividad a la música, siempre evocativa y llena de encanto.

Hoy te traigo su obra titulada Hambdil. Existe en varias versiones y nosotros la escucharemos para chelo y arpa. Se subtitula «melodía hebrea» y se basa en un himno tradicional hebreo que se canta al terminar el oficio del sabbath; sin embargo, la obra fue compuesto para el entreacto de una obra de teatro. La melodía tiene una sonoridad emocionante y es sometida a una constante variación. El ambiente general es triste, propio de muchas melodías hebreas, y Bantock le da un tratamiento rapsódico. En fin, una joya.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Lowri Blake (chelo) y Hugh Webb (arpa).