La violencia en Nicaragua se ha cobrado más de un centenar de vidas Daniel Ortega pide tiempo a los obispos para estudiar su propuesta y retomar la mesa de diálogo

(J. B./Agencias).- ¿Puerta abierta o brindis al sol? Tras un breve encuentro en Managua, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió a los obispos del país "tiempo" para reflexionar sobre la propuesta entregada para retomar el diálogo que ponga fin a la violencia, y que fue suspendido tras la dura represión del Ejecutivo.

"Le hemos entregado la propuesta que recoge los sentimientos de muchos sectores de la sociedad nicaragüense y expresa el anhelo de la inmensa mayoría de la población. Esperamos su respuesta por escrita lo más pronto posible", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Leopoldo Brenes, en declaraciones a los medios.

Una reunión que, declaró Brenes, transcurrió en un ambiente de "serenidad, franqueza y sinceridad". En el mismo, los obispos denunciaron a Daniel Ortega "el dolor y la angustia" del pueblo ante las más de cien muertes violentas en las últimas semanas.


Brenes, y los obispos del país

En la propuesta, de 40 puntos, también se exige como salida a la actual crisis sociopolítica que se elijan nuevos magistrados del Consejo Supremo Electoral "por magistrados honestos de reconocida experiencia, credibilidad, idoneidad y honestidad que aseguren que el voto de la ciudadanía va a ser debidamente contado y respetado".

Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, añadió que el presidente pidió "un par de días de reflexión" antes de contestar a la propuesta episcopal. "Nos pidió un tiempo de reflexión para darnos una respuesta, que le pedimos fuera por escrito, la cual se valorará luego en el diálogo"

El diálogo entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos- fue suspendido poco después de haberse iniciado a mediados de mayo y tras la propuesta de los sectores civiles de adelantar las elecciones como salida a la crisis, lo que el Gobierno tildó de "golpe de Estado".



Nicaragua cumple hoy 51 días de una crisis sociopolítica, la más sangrienta que vive el país centroamericano desde los años 80, que ha dejado al menos 127 muertos y más de un millar de heridos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Las protestas contra Ortega y contra su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

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