El hijo de Pablo Escobar se abraza al del juez Lara Bonilla, "asesinado por mi padre" El "milagro" del Papa en Cartagena de Indias
(Jesús Bastante).- El histórico viaje de Francisco a Colombia ha estado repleto de anécdotas, emoción y la decisión de todo un pueblo de apostar por la paz y la reconciliación después de medio siglo de violencia.
La carta de perdón de las FARC, el alto el fuego del ELN, la rotunda petición de ser "esclavos de la paz" y comprometerse en la construcción de una nueva sociedad, supondrán a buen seguro un antes y un después en la vida de millones de colombianos.
Sin embargo, hubo un gesto, que pasó casi desapercibido, pero que en mi opinión resume a la perfección el éxito de este viaje. Sucedió en la iglesia de San Pedro Claver de Cartagena de Indias. El encuentro, el abrazo, y el mensaje de reconciliación lanzado por Juan Pablo Escobar Henao y Jorge Lara Restrepo.
¿Quiénes son? Nada más y nada menos que el hijo de Pablo Escobar, y el del Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, "asesinado por mi padre", como subraya en su cuenta de Instagram el hijo del jefe del narco colombiano.
"La Paz hecha realidad, no utopía. Gracias a Su Santidad el Papa Francisco por esos instantes de oración en la Iglesia San Pedro Claver de Cartagena, por La Paz y la reconciliación. Foto con Jorge Lara hijo del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla Q.E.P.D. asesinado por mi padre", se lee en el mensaje. Ambos, hoy amigos, simbolizan la apertura a los nuevos tiempos. En Colombia y para el mundo.
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Un viaje que ha sido un rotundo éxito, también desde el punto de vista de las cifras. Así lo anunció el vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, quien informó que el Papa ha logrado reunir a 6,8 millones de personas en el país, generando un beneficio para el país de 80.000 millones de pesos.
En cuanto a las movilizaciones del Papa, Naranjo explicó que Francisco recorrió 1466 kilómetros (1331 kilómetros por vía aérea y otros 135 kilómetros en vehículo, bien fuera en el papamóvil o en automóviles cerrados). En total, participó de 29 actividades: cuatro misas campales, once recorridos en papamóvil y 14 eventos y ceremonias.
Otro rotundo éxito fue el de la seguridad, pues los índices de criminalidad se redujeron drásticamente durante los cinco días de la visita papal. "Los delitos de alto impacto durante las 90 horas del papa en Colombia se redujeron en el 70 %, y las lesiones personales se redujeron el 84 %", señaló Naranjo.
Como balance general, el vicepresidente afirmó que la visita "marca un punto muy importante de éxito. Estuvimos al frente de una visita apostólica en la que los colombianos recibieron garantías para escuchar al papa y su comportamiento fue ejemplar, al igual que la articulación entre Episcopado, Vaticano y Gobierno".
Finalmente Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá y miembro del comité central de la visitaa, señaló que el balance ha sido positivo, por el recibimiento que se le dio al pontífice y por los mensajes de reflexión, optimismo y esperanza que le dejó al país.
"El papa lo recalcó recalcó mucho, sobretodo en el encuentro con los jóvenes en la Plaza de Bolívar de Bogotá, en donde decía con insistencia que ‘No se dejen robar la esperanza' y esto nos alienta a tener un optimismo para los colombianos, porque está en sintonía con la frase que propusimos para su visita ‘Demos el Primer Paso", indicó monseñor Alí.
