Cristo Jesús “manifiesta plenamente el hombre al hombre” (GS 22) Vivir como Jesús alegra la vida

Domingo 15 Tiempo Ordinario C  (14.07.2019)

Comentario: por él y para él quiso reconciliar consigo todos los seres (Col 1,15-20)

En cuatro domingos sucesivos leemos parte de la carta a los cristianos de Colosas. En esta ciudad, y en las cercanas Hierápolis y Laodicea (4,13), al sur de la antigua Frigia, hoy en Turquía asiática, Epafras, discípulo de Pablo, evangeliza e inicia comunidades (Col 1,4.7; 2,1). Es “nuestro querido compañero de servicio(lit.: “consiervo nuestro”: `sindoulou hemón´)...” (Col 1,7a). Buena denominación cristiana: “con-servidores”. El mismo Epafras, dice la carta, “nos hainformado del amor que sentís por nosotros en el Espíritu” (1,8). También sobre ciertas argucias ajenas al evangelio: “os envuelven con teorías y vanas seducciones de tradiciones humanas fundadas en elementos del mundo y no en Cristo (2,8). Ofrecen potencias que dirigen los destinos y les inducen al culto de elementos del mundo; sometimiento a leyes judías, a abstinencia de alimentos y bebidas, mortificaciones del cuerpo, al culto de ángeles, a visiones.. Tienen apariencia de sabiduría por afectada piedad, humildad y mortificación corporal; pero no tienen valor alguno: solo sirven para cebar la carne. Es la religión centrada en creencias, ritos y normas, anuladora del Evangelio, centrado en el seguimiento de Jesús: anda y haz tú lo mismo" (Lc 10, 37).

El texto hoy es un himno a Cristo nuestro verdadero salvador

Jesús ha realizado el proyecto de Dios en el mundo. El Padre de Jesús "nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al Reino del Hijo de su amor, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados" (1,13-14). Es la Buena Noticia que trae Jesús: el Padre nos ama sin límites. Aceptar su amor rehabilita, da el Espíritu de hijos, nos hace sentirnos en paz con él y capaces de realizar su amor. Jesús es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura (1,15) Imagen: que da a conocer el Misterio invisible. El ser primogénito de toda criatura lo interpretó el arrianismo como si Cristo fuera la primera creatura, una entre las demás. Pablo aclara: "en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles. Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo y todo se mantiene en él" (1, 16-17). En él, por él y para él expresa la relación de lo creado con la divinidad. Similar a "por medio de él se hizo todo y sin él no se ha hecho nada de cuanto se ha hecho" (Jn 1,3). Igual a Dios: "de él, por él, y para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén" (Rm 11,36).

La Iglesia es el cuerpo misterioso de Cristo (1, 18-20)

"Jesús es la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, es el primero en todo" (1, 18). La Iglesia, animada por su Espíritu, resucitará; como él. En él quiso Dios que residiera toda la plenitud (pleroma) (1,19). En 2,9 aclara: "en Cristo habita la plenitud de la deidad corporalmente". Ante religiones de tabúes, normas, prohibiciones, mortificaciones... está la confianza en Cristo que, con su Espíritu, nos llena, nos perfecciona, nos salva. Él reconcilia con el Padre al mostrar que el Padre nos ama y perdona, y quiere que vivamos como Jesús, llevando la cruz del amor hasta la muerte. Por eso termina: "Por él y para él quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz" (1, 20).

Oración: “por él y para él quiso reconciliar consigo todos los seres (Col 1,15-20)

Cristo Jesús, hijo de María, hermano nuestro.

Hoy, con la carta a los Colosenses, te reconocemos:

imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura;

porque en ti fueron creadas todas las cosas:

celestes y terrestres, visibles e invisibles.

Tronos yDominaciones, Principados yPotestades;

todo fue creado por ti y para ti.

Tú eres anterior a todo y todo se mantiene en ti.

Tú eres también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.

Tú eres el principio, el primogénito de entre los muertos,

y así eres el primero en todo.

En ti quiso Dios que residiera toda la plenitud”,

que es Dios mismo, la perfección total.

Este himno recuerda la fe del prólogo de Juan:

te reconoce a ti, Cristo, como “Palabra” creadora y expresiva,

que existes desde siempre y eres Dios:

A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito,

que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer” (Jn 1,18).

Por medio de la Palabra se hizo todo,

y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.

En la Palabra estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres...” (Jn 1, 3-4).

De tu plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia” (Jn 1,16),

literalmente: “gracia por gracia”, amor que responde al Amor.

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre...” (Jn 1,9).

La Palabra se hizo carne yhabitó entre nosotros,

y hemos contemplado su gloria:

gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14).

A cuantos te recibieron, les diste poder de ser hijos de Dios...

no nacidos de sangre ni de deseo de carne, ni de deseo de varón,

sino que han nacido de Dios” (Jn 1,13).

Con un texto del Vaticano II actualizamos nuestra fe:

“Tú, Cristo, señor nuestro,

al revelarnos el misterio del Padre y su amor,

manifiestas plenamente el hombre al propio hombre,

y le descubres su altísima vocación...

Tú, que eres imagen de Dios invisible,

eres también hombre perfecto...

En ti, la naturaleza humana asumida, no absorbida,

ha sido elevada también en nosotros a dignidad sublime...

Conformados con tu imagen de Hijo,

Primogénito entre muchos hermanos,

recibimos las primicias del Espíritu,

las cuales nos capacitan para cumplir la ley nueva del amor.

Por medio de este Espíritu... se restaura todo el ser humano...

Tú, Cristo, has muerto a favor de todos;

la vocación última humana es en realidad única, a saber, divina;

creemos que tu Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad

de asociarse a tu misterio pascual, del modo que sólo Dios conoce...

Por ti y en ti, Cristo, se ilumina el enigma del dolor y la muerte...

Tú, Cristo Jesús, has resucitado;

con tu muerte has destruido la muerte y nos has regalado la vida,

para que hijos en el Hijo, clamemos en el Espíritu: ¡Padre!” (GS 22).

Preces de los Fieles: (D 15 T O C 14.07.2019): Vivir como Jesús alegra la vida

El Espíritu de Jesús ha derramado en nuestro corazón el amor del Padre. Con ese amor, universal y gratuito, presentamos nuestros deseos. Vamos repitiendo: Padre, queremos ser imagen de tu Hijo.

Por quienes presiden la Iglesia:

- que sean de verdad representantes de tu amor;

- que reconozcamos su trabajo en favor de la comunidad.

Oremos: Padre, queremos ser imagen de tu Hijo.

Por los más débiles:

- que los marginados, los heridos por la violencia, sean vicarios tuyos;

- que  los enfermos, los sin techo... encuentren nuestra comprensión y ayuda.

Oremos: Padre, queremos ser imagen de tu Hijo.

Por los servidoresde la sociedad:

- que sean verdaderos cuidadores de la salud, de la política, de la enseñanza...; 

- que respeten la dignidad de toda persona, imagen de tu Hijo.

Oremos: Padre, queremos ser imagen de tu Hijo.

Por todos los creyentes:

- que con su vida reproduzcan la imagen del Creador; 

- que respeten, no violenten, perdonen, amen, den vida...

Oremos: Padre, queremos ser imagen de tu Hijo.

Por nuestra comunidad, por cada uno de nosotros:

- que nuestra religiosidad esté centrada en el seguimiento de Jesús;

- que comulguemos en tu Amor y en la atención a los más débiles...

Oremos: Padre, queremos ser imagen de tu Hijo.

Padre, bendícenos con la fuerza de tu Espíritu. Que, como Jesús, tu Hijo y hermano nuestro, nos dejemos llevar del mismo Espíritu que vive por los siglos de los siglos.

Amén.

Jaén, julio 2019

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