Ésta es. La Iglesia de los pobres

Una Iglesia comprometida con el mundo que le ha tocado vivir, presta a encontrar soluciones, a construir sociedad. Una Iglesia solidaria, que no tiene miedo, que pronuncia frases como que "la pobreza, y sobre todo, la creciente desigualdad entre áreas, continentes y países, incluso dentro de estos últimos, constituye el problema más dramático con que se enfrenta hoy el mundo". Muy bien por Martino.
El documento, explicó Martino durante la clausura de la Conferencia Panafricana sobre la Misión que se ha celebrado estos días en Dar Es-Salaam (Tanzania), pretende ofrecer respuestas concretas desde la Doctrina al problema de la pobreza. "La intención -precisó el purpurado- es indicar una aproximación evangélica para combatir la pobreza, identificar tanto a nivel nacional como internacional a los responsables de combatir la pobreza, sensibilizar a la Iglesia sobre una mayor y más articulada atención y conciencia de los problemas de la pobreza y de los pobres del mundo".
"No hay que olvidar que hoy la pobreza extrema tiene sobre todo el rostro de mujeres y niños, especialmente en África", añadió. El cardenal Martino afirmó que el dinamismo de la evangelización "debe empujar a la Iglesia a privilegiar a los pobres, a dirigir nuestras fuerzas hacia los pobres, a considerar la renovación de la sociedad a partir de las exigencias de los pobres". Otra frase memorable, felizamente recuperada. Las exigencias de los pobres, que han de ser las que nos muevan, ante todo y sobre todo. Las exigencias de Cristo son las de los pobres.

Respecto de la globalización, el purpurado explicó que "el empeño que tenga como fin la organización y estructura de la sociedad de forma que el prójimo no tenga que encontrarse en la miseria" constituye "un acto de caridad indispensable". Este empeño debe ser mayor si se tiene en cuenta que la pobreza "es la situación en la que se debate un gran número de personas e incluso pueblos enteros, situación que hoy ha adquirido las proporciones de una verdadera cuestión social mundial", añadió.
Por si esto no fuera por sí misma una gran noticia, la agencia misionera de la Santa Sede, Fides, ha dado un paso más, solicitando medicinas a precios asequibles para países pobres, en los que se sigue muriendo a causa de enfermedades curables, en un amplio dossier sobre el particular. Junto a la crisis de alimentos, el elevado precio de los medicamentos es la otra gran crisis que está afrontando la humanidad en estos momentos, explica el órgano informativo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
La agencia recuerda que el Papa fue una de las primeras personalidades en interesarse por el tema de las vacunas para los más pobres, sobre todo los niños, cuando en el año 2006 adquirió una obligación del IFFIm (International Finance Facility for Immunisation), ente que se ocupa de financiar las vacunaciones esenciales para los niños del Tercer Mundo.
"Un gesto que no solo ha confirmado el amor del Santo Padre por la vida en todas sus formas, sino que ha dado el inicio a una ‘competencia' de solidaridad y de donaciones", afirma Fides.
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