Martínez Camino, ¿próximo obispo de Segovia?

Se marcha, al fin, de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal. En noviembre, tras diez años en los que la imagen de la Iglesia española ha caído por los suelos. Juan Antonio Martínez Camino, actual obispo auxiliar de Madrid, será una de las primeras piezas que se moverán en el plan que ya tiene trazado Francisco para la Iglesia española. Su próximo destino será la diócesis de Segovia.

El actual obispo, Ángel Rubio, acaba de ultimar una serie de nombramientos que, según fuentes de la diócesis, tienen mucho sabor a despedida. Rubio no cumplirá los 75 años hasta el año próximo, aunque desde el Obispado se apunta -sin querer profundizar más- que "es posible" que le sea aceptada la renuncia unos meses antes. Su sustituto, en todo caso, ya tiene nombre: Juan Antonio Martínez Camino.

En la Iglesia institución, especialmente entre el Episcopado, prácticamente no se dan casos de "desapariciones". Tiene que haber sucedido algún escándalo delictivo para que un obispo que no haya cumplido la edad reglamentaria abandone el orden episcopal. Suelen funcionar, ya lo saben, las "patadas hacia arriba". Una dinámica que habría que cambiar, interpretando el ministerio como lo hacen los consagrados. Esto es: una vez concluya el mandato -por un sexenio, trienio o demás- volvemos dentro de la organización, pero a otra función. Un cuerpo vivo, sin una "aristocracia". Pero en fin: hay cosas que ni Francisco podrá cambiar de la noche a la mañana.

Como sigue funcionando este esquema, hay que buscar algún sitio para Camino tras su paso por la Secretaría General y dado que el relevo en Madrid le dejará fuera de todas todas. Surgen entonces varias opciones: la primera, que continuara como obispo auxiliar hasta que el sucesor de Rouco tomara posesión; la segunda, llevárselo a Roma; y la tercera, que finalmente será la que triunfe, buscarle una diócesis pequeña, pero como obispo residencial.

Dicen los que conocen el caso que, en principio, Camino podría tomarse un "año sabático" (en realidad unos meses, hasta que se acepte la renuncia del obispo de Segovia) y retirarse al lugar del que muchos opinan no debió salir hace una década: La Trapa, donde podría retomar los estudios y la reflexión aparcadas en su tiempo, así como revisitar su pertenencia a la Compañía de Jesús (me temo que con un Papa jesuita, un hombre como Camino no quiera renunciar a ciertas "complicidades"). En todo caso, una aceleración del proceso en lo tocante a Segovia -las razones que se nos aportan desde la sede episcopal en este sentido son crípticas- podría llevar a Camino a esta diócesis antes de fin de año.
Volver arriba