"Dominicae Cenae", sobre el misterio y el culto de la Eucaristía
De muy recomendable relectura. Esta breve carta de Juan Pablo II de 1980 no tiene desperdicio. Son trece números divididos en tres capítulos que ayudan a profundizar en el misterio y el culto de la Eucaristía en la Iglesia.
En el primer capítulo: "El misterio eucarístico en la vida de la Iglesia y del sacerdote" encontramos desarrollados seis números bajo los siguientes títulos:
"Eucaristía y sacerdocio", "Culto del misterio eucarístico", "Eucaristía e Iglesia", "Eucaristía y caridad", "Eucaristía y prójimo" y, finalmente, "Eucaristía y vida".
En el segundo capítulo: "Sacralidad de la Eucaristía y sacrificio" encontramos dos números:
"Sacralidad" y "Sacrificio".
En el tercer y último capítulo: "Las dos mesas del Señor y el bien común de la Iglesia" encontramos dos números:
"Mesa de la Palabra de Dios" y "Mesa del Pan del Señor".
Y en los últimos números que pertenecen a la Conclusión de la carta el papa Juan Pablo II insiste en la necesidad de permanecer fieles a lo que la Iglesia celebra en la Eucaristía. No podemos olvidar que la Eucaristía es "Es el don más grande que, en el orden de la gracia y del sacramento, el divino Esposo ha ofrecido y ofrece sin cesar a su Esposa". La fidelidad expresa "la unidad de que la Eucaristía es signo y causa".
Una especial llamada a los sacerdotes a ser fieles a lo que la Iglesia manifiesta y expresa en la liturgia porque el sacerdote "no puede considerarse como «propietario», que libremente dispone del texto litúrgico y del sagrado rito como de un bien propio, de manera que pueda darle un estilo personal y arbitrario".
En este enlace podrán encontrar el texto íntegro: https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/letters/1980/documents/hf_jp-ii_let_19800224_dominicae-cenae.html
En el primer capítulo: "El misterio eucarístico en la vida de la Iglesia y del sacerdote" encontramos desarrollados seis números bajo los siguientes títulos:
"Eucaristía y sacerdocio", "Culto del misterio eucarístico", "Eucaristía e Iglesia", "Eucaristía y caridad", "Eucaristía y prójimo" y, finalmente, "Eucaristía y vida".
En el segundo capítulo: "Sacralidad de la Eucaristía y sacrificio" encontramos dos números:
"Sacralidad" y "Sacrificio".
En el tercer y último capítulo: "Las dos mesas del Señor y el bien común de la Iglesia" encontramos dos números:
"Mesa de la Palabra de Dios" y "Mesa del Pan del Señor".
Y en los últimos números que pertenecen a la Conclusión de la carta el papa Juan Pablo II insiste en la necesidad de permanecer fieles a lo que la Iglesia celebra en la Eucaristía. No podemos olvidar que la Eucaristía es "Es el don más grande que, en el orden de la gracia y del sacramento, el divino Esposo ha ofrecido y ofrece sin cesar a su Esposa". La fidelidad expresa "la unidad de que la Eucaristía es signo y causa".
Una especial llamada a los sacerdotes a ser fieles a lo que la Iglesia manifiesta y expresa en la liturgia porque el sacerdote "no puede considerarse como «propietario», que libremente dispone del texto litúrgico y del sagrado rito como de un bien propio, de manera que pueda darle un estilo personal y arbitrario".
En este enlace podrán encontrar el texto íntegro: https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/letters/1980/documents/hf_jp-ii_let_19800224_dominicae-cenae.html