“La cultura de la decepción ignora a los jóvenes” Cañizares: «La JMJ es una parábola de la vida»
"La situación de los jóvenes en España no es nada fácil, ni está exenta de sufrimiento". Así lo afirma Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el Curso de Verano ‘Los jóvenes y la Iglesia Católica' de la Universidad Rey Juan Carlos, destacando cómo la carencia de puestos de trabajo y de un horizonte laboral estable es preocupante para el desarrollo de sus personas y de sus familias. "No tener trabajo es terrible y sus repercusiones suponen desesperanza y conflicto social."
El cardenal también ha señalado que la responsabilidad compartida de todos respecto al bien común pasa por la ayuda a los más pobres, entre los que se encuentran los jóvenes, que no tienen trabajo y viven con una cultura de la decepción que los ignora.
"Es preciso ser realista y comprender que los jóvenes lo tienen muy difícil, pero subyacente a todo esto tenemos que descubrir los interrogantes humanos, que tantas veces no se encuentra respuesta para ellos. El Evangelio les da el sentido necesario para proclamar de nuevo la esperanza."
Respecto a la Jornada Mundial de Madrid, el prefecto valenciano ha comentado que "el Cardenal Rouco y sus colaboradores están preparando un gran proyecto de JMJ centrada en la escucha de la palabra y la contemplación eucarística" que supondrá "un acontecimiento de esperanza".
En su conferencia, titulada "La Juventud, esperanza de España hoy", ha comentado que "La JMJ, como cualquier peregrinación, es una parábola de lo que es la vida, con sus alegrías y penalidades" donde podemos estar sin nada y, a la vez, teniéndolo todo. En este sentido, ha valorado la esperanza como alternativa realista del optimismo, que contempla la existencia de dificultades en el camino. El joven con voluntad de aventura e inquebrantable capacidad de asombro puede atisbar el gran tesoro que la humanidad creía escondido, y éste se ha revelado en Jesucristo.
En otro momento, el cardenal señaló que los dos volúmenes de la obra de Benedicto XVI "Jesus de Nazaret" responden a la gran pregunta "que es la verdad". También afirmó que tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI "nunca han echado nada en cara a los jóvenes, no han condenado sino han propuesto un programa exigente, al tiempo que apasionante, superando el relativismo que ha quitado la carta de ciudadanía a la virtud y ha dejado al joven mirándose a sí mismo, sin aliento y con desaliento. No podemos dejar a los jóvenes en la parábola del evangelio que dice "Estamos ociosos porque nadie nos ha contratado" (Mt 20,7)