(Laureano del Otero, CSsRJMJ).- JMJ, yo estuve allí. Ahora estoy destrozado de cansancio y con una sensación ambigua entre la felicidad de haber formado parte de algo grande y la desazón de no haber podido participar en todo como me hubiera gustado.
Yo estuve allí y he visto que el Papa es un señor mayor, un anciano tranquilo y lento, que se emociona cuando millón y medio de jóvenes oran con él sin ningún pudor.
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