Como “motivo de gozo y esperanza para la Iglesia en América Latina y el Caribe”, ve el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), la celebración del segundo aniversario de la publicación de la Exhortación Apostólica Postsinodal Querida Amazonía.

Citando el inicio del texto pontificio, Mons. Miguel Cabrejos afirma que Querida Amazonía “continúa suscitando en el Pueblo de Dios y en todas las personas de buena voluntad, el compromiso de hacer nuestros sus clamores más urgentes, expresados en los cuatro sueños que la Amazonía ha inspirado al Santo Padre: el sueño social, el sueño cultural, el sueño ecológico y el sueño eclesial”.

Los sueños propuestos por el Papa Francisco han sido abrazados por el Celam “en su reciente proceso de renovación y de reestructuración, asumiéndolos como ‘piedra angular’ y referente permanente de sus ejes prioritarios en torno a la centralidad de Jesucristo, ‘para que todos los pueblos tengan vida y la tengan en abundancia’ (Jn 10,10), y como expresión de nuestro compromiso con el desarrollo humano y la ecología integral, y con una Iglesia sinodal y en salida misionera”.

Querida Amazonía es algo que nutre “los proyectos y las acciones que lideran los cuatro Centros Pastorales del Celam (el Centro de Gestión del Conocimiento, el Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral, el Centro de Formación Cebitepal, y el Centro para la Comunicación)”, afirma el arzobispo de Trujillo.

El texto que cumple ahora dos años, “busca ser una respuesta eficaz a los gritos proféticos de los pobres y de la Madre Tierra, mediante la inculturación del Evangelio en los territorios y la defensa de los derechos de los pueblos y de las culturas ancestrales, de quienes aún tenemos mucho que aprender”.

El presidente del episcopado peruano, también se refiere a los desafíos pastorales que brotaron de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que “también expresan una particular sensibilidad por el cuidado de la ‘casa común’ y la conversión ecológica, acogiendo el llamado del Papa Francisco en Laudato si’ y en Querida Amazonía”.

Por ello insiste en que “necesitamos fortalecer la dimensión social de la fe y trabajar por un modelo económico solidario y sostenible, junto con otros organismos eclesiales y no eclesiales, a nivel regional e internacional”.

Finalmente, encomienda a “María, Madre de la Amazonía, que interceda por los pueblos originarios y por todos los que habitan la región Panamazónica, y le pedimos que nos ayude a ser fieles a los cuatro sueños del Papa Francisco por una Amazonía sin males, prenda de futuro para las actuales y las futuras generaciones”.