Es el momento

Vocación

A veces cuando menos te lo esperas, alguien puede preguntarte directamente por tu opción de vida. Estaba trabajando con una persona en el ordenador e inesperadamente acabamos hablando de nuestras opciones de vida. Ella desde su vida de familia y yo como consagrada. Le dije que sería largo para compartir mi vocación, pero sin duda, que sentí en mi vida aquello de “es el momento” cuando el Señor me invitó a seguirle. El encuentro con Dios tocó lo más íntimo de mi persona e intuí que era el momento de dar una respuesta, de no mirar hacia otro lado. El Señor, ¡contó conmigo! y esa es mi alegría. Me presentó un proyecto de vida, de esperanza y amor.

La respuesta a la llamada del Señor a seguirle, es personal, es de tú a tú con Dios y es sólo desde ese encuentro, que Él te da la fuerza y la gracia para responderle ante el nuevo horizonte que se abre en tu vida, a seguirle desde la vida religiosa. Me cambió la vida, me fascinó la aventura con Él. La vocación es una respuesta al Amor de Dios, es vivir una relación con Él, que a su vez hay que cuidar, regar cada día.

Si te sientes llamad@ por el Señor, si te ha tocado el corazón, ¡ADELANTE! Porque…
HOY es TU MOMENTO para responderle: ¡AQUÍ ESTOY SEÑOR, CONTIGO!


“Es el momento, Señor, de orientar mi vida;
es la hora de dar rumbo a mi existencia;
estoy en busca de tus pasos, de tus huellas;
quiero dejar atrás mis caminos y entrar por “tus caminos”
quiero decir SI al plan de Dios
para los sueños de mi vida.
Aquí estoy, Señor, como Saulo en el camino de Damasco;
y te digo sin rodeos: Señor, ¿Qué quieres que haga?
Aquí estoy, Señor, como Samuel en la noche
y te digo: Habla, que tu siervo te escucha.
Aquí estoy, Señor,
con un corazón disponible como el tuyo
y te digo: “Quiero hacer tu voluntad”…. (Emilio L. Mazariegos)


Texto: Hna. Ana Isabel Pérez
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