De las palabras a los hechos. El obispo de Vitoria responde a su discurso de toma de posesión.

Recientemente monseñor Elizalde, Obispo de Vitoria, daba a conocer a sus diocesanos en un breve texto su primera experiencia como obispo en una reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. En el mismo, desvela y razona la opción que ha tomado para incorporarse a una de las comisiones de trabajo. He aquí el texto íntegro:

LOS POBRES EN EL CORAZÓN DE LA IGLESIA DE VITORIA. ELKARREKIN EGINGO DUGU LAN GEHIEN BEHAR GAITUZTENEN ALDE BAZTERTUEI ETA BEHARTSUEI LEHENTASUNA EMANEZ
Me he estrenado en mi Primera Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal y al elegir Comisión de Trabajo escogí "Migraciones" porque entiendo que refleja la prioridad de la Iglesia de Vitoria y de la Iglesia Universal: emigración, refugiados, infancia en exclusión, trata de personas y los colectivos más vulnerables de la sociedad. No podemos mirar a otro lado y la atención a los pobres se convierte en termómetro de nuestra autenticidad cristiana. Cáritas, Berakah, Misiones Diocesanas Vascas, Ali-Etxea, ONGs de congregaciones religiosas y otras realidades eclesiales están ahí permanentemente. Se hace más urgente nuestra colaboración como ha ocurrido con ocasión del terremoto de Ecuador.
Importancia especial tendrá el Gesto Diocesano "Se refugio - Zeu ere babes" el viernes 13 de Mayo a las 19:00 en la Plaza de la Blanca. 60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares para salvaguardar su vida y sus derechos. Todos, empezando por los gobiernos, corremos el riesgo, de quedarnos con los números. Pero como decía el Papa el pasado mes de abril en su visita a la isla griega de Lesbos: “no debemos olvidar que los emigrantes, los refugiados, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias.”
Eskerrik asko zure otoizarengatik eta zure maitasunarengatik. Que podamos seguir construyendo juntos la Iglesia para que sea bendición para nuestra humanidad. Me tenéis a vuestra entera disposición. Con todo mi afecto os imparto en el nombre del Señor mi bendición.
+ Juan Carlos Elizalde
Obispo de Vitoria


Non solum sed etiam.


Independientemente de algunas voces discordantes que optan por poner en cuarentena cualquier valoración en tono de alabanza del nuevo obispo de Vitoria, la verdad es que la mayoría de personas, con las que yo he hablado, muestran una opinión favorable: D. Juan Carlos no está decepcionando, al contrario, sigue ilusionando.

Su elección de integrarse en la Comisión de Migraciones, es, y más tras leer su propio razonamiento, simplemente coherente. Yo me lo imaginaba en la Comisión de Medios de Comunicación o en la de Jóvenes o en la de Seminarios, pero, si bien en cualquiera de ellas seguro que haría un buen papel, esas responden más al Elizalde sacerdote. El Elizalde obispo es el que dijo en sus primeras palabras como obispo que quería poner a los pobres en el corazón de la Iglesia de Vitoria, y este es su testimonio.

Ello no supone que otros aspectos de la vida pastoral diocesana queden relegados en su atención. Por ejemplo: este domingo pone en marcha una iniciativa para los jóvenes, especialmente para los que el domingo por la mañana no tienen ya un compromiso de vida parroquial o grupal que les saque de la cama. Una eucaristía a las 19:30 horas, en la iglesia de san Miguel, al abrigo de la patrona de Vitoria, la Virgen Blanca y con un picoteo al final de la misa para conocer mejor a ese sector de su diócesis.

Tras la Plenaria de la CEE salió de Madrid con las prisas de llegar a una cita importante: la reunión con los organizadores y los jóvenes de la peregrinación juvenil diocesana a la JMJ de este año en Polonia. Llegó tarde, pidió disculpas y se integró en la reunión.

En pleno ecuador de esos míticos primeros 100 días al frente de la Diócesis le tocó conocer y celebrar dos fiestas y eventos de importancia religiosa y popular: las Fiestas de los patronos de la Diócesis y la Provincia: Santa María de Estíbaliz y San Prudencio de Armentia. Cumplió con sus compromisos y reservó un hueco para atender a unas familias en su casa y en los columpios que hay frente al obispado; y un poco más tarde seguir conociendo a sus más estrechos colaboradores, el clero diocesano.

Desde fuera muchos han felicitado a Vitoria por el nuevo pastor designado por Francisco. Desde dentro, muchos, nos sentimos cada día más ilusionados. Confirmar sus palabras con sus hechos es el mejor estímulo para arrimar el hombro con ganas y esperanza.
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