"Un proceso, un objetivo a ir realizando entre todos" La cuádruple conversión: pastoral, teológica, estructural y espiritual

La barca de la Iglesia
La barca de la Iglesia

"A la iglesia en estos momentos le hacen falta unas conversiones profundas para realzar efectivamente este cambio de paradigma o la iglesia en salida que quiere el Papa Francisco"

"Una Iglesia que sepa estar a la escucha de todas las realidades y personas en las que se ubica; una Iglesia que vaya más a aprender y compartir, que a enseñar y dogmatizar; una Iglesia que sepa descubrir los signos de los tiempos en el mundo actual; una Iglesia donde dominen más la empatía y el diálogo, en lugar de los decretos y leyes"

"Ir renovando la forma de llevar las parroquias; que los Consejos Pastorales no sean simplemente para aconsejar, sino para ser corresponsables de las mismas. Lo mismo diríamos de las diócesis"

'Salir del paradigma de la cristiandad' es el título del artículo del teólogo Félix Placer Ugarte (RD 14.01.2021). En él trata de explicar que para lograr una Iglesia en salida, como quiere el Papa Francisco, ésta tiene que cambiar el paradigma de la cristiandad en la que en gran parte de sus fieles y directivos está aún atrapada. Esto mismo, con otras palabras, tratan de manifestar otros teólogos de gran prestigio, como Moingt de 102 años, el también jesuita Roger Lenaers, y nuestro prestigioso teólogo José María Castillo.

Dice Félix placer “Con la categoría paradigma me refiero no sólo a estilos pastorales que se conservan en nuestras iglesias. Implica, de manera más amplia y profunda, conceptos, creencias, conductas y actitudes, formas de acción, que responden a concepciones de Iglesia”. Este cambio de paradigmas, quizás no tan profundo, es lo que intenta realizar el Papa Francisco. Yo, con otras palabras, y queriendo concretar este cambio de paradigma, lo formularía de otra forma: a la iglesia en estos momentos le hacen falta unas conversiones profundas para realzar efectivamente este cambio de paradigma o la iglesia en salida que quiere el Papa Francisco.

Rostros santos

En primer lugar, se necesita una conversión pastoral, tantas veces predicada por el Papa, que incluiría una iglesia encarnada, inserta en los distintos ambientes sociales y culturales donde habita, tanto los simples fieles, como todos los dirigentes y responsables pastorales; una Iglesia que sepa estar a la escucha de todas las realidades y personas en las que se ubica; una Iglesia que vaya más a aprender y compartir, que a enseñar y dogmatizar; una Iglesia que sepa descubrir los signos de los tiempos en el mundo actual; una Iglesia donde dominen más la empatía y el diálogo, en lugar de los decretos y leyes.

Una segunda conversión, que yo la llamaría conversión teológica. Me explico, si en estos momentos la Iglesia no se renueva más es porque la concepción teológica que la sostiene y anima todavía es la de cristiandad. Se piensa desde una iglesia monárquica, piramidal, no de Pueblo de Dios como base fundamental, ya que “el pueblo es y debe ser el sujeto y protagonista de su propia historia (Freire). La sinodalidad no ha entrado aún en sus mentes y, por tanto, el protagonismo lo llevan los curas. De ahí el clericalismo. Así no hay manera de que los laicos se hagan corresponsables en la marcha de la Iglesia.

Por eso hace falta renovar la teología en todos los estamentos, pero una teología renovada, asimilada y vivida, para que pueda tener después una repercusión efectiva en la acción pastoral, ya que toda pastoral tiene detrás de sí, consciente o inconscientemente, una teología, una concepción de Dios, de Jesucristo, de la Iglesia, de los sacramentos, etc. Siempre recuerdo lo que nos decía el profesor Liegé, perito en el Concilio, que los obispos presentes en él no creían en el mismo Dios, ni querían construir la misma Iglesia. Dependían de las diversas teologías que tenían en sus cabezas.

Conversión pastoral
Conversión pastoral

Por eso creo que hace falta ir desmitificando asuntos como el pecado original, el purgatorio, las indulgencias, las coronaciones de vírgenes, etc. para insistir en el seguimiento vivencial del Dios de Jesús de Nazaret y su proyecto de Reinado en el compromiso con los demás, especialmente con los más desfavorecidos.

Pero a la vez, aunque sea paulatinamente, hay que ir realizando también la conversión estructural en el conjunto de la Iglesia, empezando por las bases, hasta llegar a la cúpula. Ir renovando la forma de llevar las parroquias; que los Consejos Pastorales no sean simplemente para aconsejar, sino para ser corresponsables de las mismas. Lo mismo diríamos de las diócesis: que los Consejos Diocesanos no sirvan solo para decir amén a lo que diga el obispo, sino a tomar parte en las decisiones pastorales y de dirección, incluido el nombramiento de los mismos obispos.

parroquia

Es decir, que la opción sinodal no quede en meras palabras, sino que se vaya haciendo realidad en el caminar histórico. Sin una reforma estructural en marcha, todo puede quedar en aguas de borrajas, en un gatopardismo, en el que todo cambie para que nada cambie, que es en lo que hemos quedado con el Sínodo diocesano. La renovación del Papa Francisco es esperanzadora y necesaria, pero si no se concreta en reformas estructurales, corre el peligro de que con el próximo papa todo se venga abajo.

Y por último, y no por eso lo menos importante, pondría la necesaria conversión espiritual, la experiencia o la vivencia real y afectiva del seguimiento a Jesús de Nazaret y su proyecto y tarea del Reino de Dios. En dejarse llevar por el Espíritu, porque el cristiano del futuro será místico o no será cristiano. Es mostrar con la acción y vida de trabajo humano y pastoral, que los creyentes de todos los niveles Gnos creemos aquello que decimos.

Todo esto no es un dogma a implantar, sino un proceso, un objetivo a ir realizando entre todos para hacer presente una Iglesia según el proyecto de Jesús.

Papa

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