La revista “Humanizar”, de los religiosos camilos, publica su número 100

"La sanidad tiene grandes dosis de humanidad. Yo diría es el campo más humano y a la vez el más difícil" , señala Superior Provincial de la Orden de los Ministros de los Enfermos (Camilos), Francisco Álvarez Rodríguez. "Aunque algunos factores propios de la institucionalización, con los macrohospitales, los horarios rígidos o el estrés, pueden rebajar la humanización en la práctica sanitaria, hay que decir que nuestra sanidad es humana y los profesionales de la sanidad son más que humanos", remarcó Álvarez Rodríguez en declaraciones a IVICON a raíz de la publicación del número 100 de la Revista "Humanizar" editada por el Centro de Humanización de la Salud de los Religiosos Camilos y dirigida por el propio Francisco Álvarez.

Desde su fundación en 1992, la Revista "Humanizar" ha estado presente cada dos meses en el mundo de la salud, entre hospitales, profesionales socio-sanitarios, residencias de la tercera edad y grupos de pastoral sanitaria de numerosas parroquias, con el objetivo de "contribuir a la humanización del mundo de la salud en cada uno de los contextos de nacimiento, enfermedad, muerte, terminalidad,..."

"Humanizar", como explica su director, "pretendió, desde el comienzo, ser el termómetro de los cambios en la sanidad. Lo que hace que hoy se encuentre también entre sus páginas más sensibilidad a temas como la terminalidad, la fase última de la vida, cuidados paleativos, Alzheimer o cuestiones de bioética,... por su actualidad y proximidad".

Asimismo, al tratarse de una publicación dependiente de una Orden religiosa, "Humanizar" ha perseguido siempre dos objetivos: "La difusión de valores evangélicos, con un carácter humano, positivo y sereno", y una forma nueva de plasmar el carisma de San Camilo "que siempre insistió no sólo en atender a los enfermos sino enseñar a hacerlo con humanización", apunta el religioso camilo.

Humanizar, como reza la cabecera de la publicación es "caer en la cuenta de que tanto la salud como la enfermedad son humanas y hay que tratarlas desde el propio sujeto, atendiendo a su fragilidad, su debilidad y sus derechos", el peligro está en intentar "resolver técnicamente y tomar atajo que violentan la naturaleza", en palabras de Álvarez. "La dignidad de la persona ha de ser respetada hasta el final, sirviendo con amor y responsabilidad. Desde la fe en el cuerpo del enfermo contemplamos al propio Cristo".
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