En cuestiones como el celibato y el acceso al sacerdocio Kasper afirma que Benedicto XVI y el cardenal Sarah torpedearon las reformas de Francisco

Francisco quería promover flexibilizaciones en la cuestión del celibato y del acceso al sacerdocio, pero no quería correr el riesgo de una ruptura o cisma en la Iglesia católica
“Mi valoración es que Francisco ciertamente quería cambiar algo, pero el Papa emérito Benedicto XVI , junto con el cardenal Robert Sarah, intervinieron con éxito en ese momento”.
Hay práctica unanimidad a la hora de reconocer que Francisco impulsó un mayor reconocimiento del papel de la mujer dentro de la Iglesia. Y también que, aun cuando se dieron pasos, estos se quedaron cortos e incluso ahora, algunos círculos eclesiales, tratan de escrutar las señales del nuevo Papa para ver si pueden encontrar señales de que serán reversibles.
Esperan que las prefecturas de los dicasterios vuelvan a manos de los varones y que los pies que se laven en Jueves Santo sean solo masculinos. En el primer caso, no habrá marcha atrás. Lo dejo atado Francisco en la constitución apostólica Praedicate evangelium. En el segundo, toca esperar.
Amagó Jorge Mario Bergoglio en dos ocasiones con el diaconado femenino, abriendo sendas comisiones que, finalmente, han conducido a la melancolía. Hay que hacer algo, venía a decir. Pero aquello no acababa de concretarse.

Hoy no faltan quienes critican esa falta de cumplimiento como una suerte de desgobierno por parte del Papa argentino. Pero no se puede obviar que las presiones que sufrió durante su pontificado han sido inéditas por su dureza y crueldad. Y para los de memoria frágil y cambiante, ha venido a recordarlo, cuando sólo se ha cumplido un mes de la muerte del Pontífice que vino del fin del mundo, uno de sus fieles colaboradores desde la primera hora, el cardenal alemán Walter Kasper.
Según una entrevista publicada en la revista Cicero, quien fue presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos señala que Francisco quería promover flexibilizaciones en la cuestión del celibato y del acceso al sacerdocio, pero no quería correr el riesgo de una ruptura o cisma en la Iglesia católica. “Mi valoración es que Francisco ciertamente quería cambiar algo, pero el Papa emérito Benedicto XVI , junto con el cardenal Robert Sarah, intervinieron con éxito en ese momento”.

“Es ciertamente erróneo pensar que el Papa podría, si quisiera, decidir por sí solo si las mujeres también podrían acceder al sacerdocio en el futuro”, remarcando que para cuestiones tan fundamentales, se necesita “un consenso moral global, basado en la teología, en toda la Iglesia”.
Y, añadió el purpurado, de 91 años, “no es previsible un consenso de este tipo, no sólo entre los obispos, sino también entre los fieles y los teólogos”. Cuanto más si la principal oposión la tienes en el mismo Vaticano, a tus espaldas, como le sucedió a él.
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