Celli, el ministro de información del Papa, en Madrid

Esponja el corazón de un profesional de la información religiosa escuchar la conferencia y el diálogo posterior y poder entrevistar (aunque sólo fuese brevemente) al ministro de información del Papa. Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las comunicaciones sociales marca la estrategia comunicativa de la Santa Sede y controla su página web (news.va), asi como las cuentas del Vaticano en Youtube o Facebook, asi como la del propio Papa en Twitter.

Estuvo en Madrid, en la asamblea de delegados de medios, dictó una estupenda lección teórica sobre la actitud de la Iglesia ante los medios, hizo un canto a Internet y a la evangelización de la cultura digital, acompañada de otra lección práctica, sometiéndose a las preguntas de los delegados diocesanos. Sin red.

Claro, concreto, directo, sus respuestas se pueden leer aquí.

Le conocía de oídas y me causó una excelente impresión monseñor Celli. Sabe y sabe mucho. Y entiende a la perfección la cultura mediática de la Red, a sus 72 años.

Me encantó oírle decir lo que llevo sosteniendo hace tiempo:

-Que Internet es interactividad y asumir, por lo tanto, los comentarios, incluidos los negativos, porque ése es el requisito indispensable para dialogar con la cultura digital. Mientras, muchos de nuestros obispos renegando de aparecer en la Red por miedo a los comentarios...Y, porque, como dice Celli, están acostumbrados sólo a mandar y a enseñar. Y mucho menos a dialogar de tú a tú.

-Me encantó su abierta censura de los "sitios católicos agresivos", que no dialogan ni, por supuesto, sirven a la verdad que dicen defender. ¡Que algunos se apliquen el cuento!

Me gustó ver a monseñor Celli emocionado, apasionado, enamorado de Cristo "su perla escondida", apostando por el diálogo sin red, por no imponer y, sobre todo, por hablar al corazón y a la imaginación del universo digital, que habita en la Red. ¡Bravo, monseñor!

Lo que no entiendo es que venga a Madrid y esté aquí tres días el ministro de información del Papa y la Conferencia episcopal no organice una rueda de prensa. ¿Quién mejor que él para explicar lo que está pasando en Roma? ues, nada, silencio absoluto.

Y me consta que él estaba dispuesto. Es de los que no ven a los periodistas como enemigos, sino como instrumentos necesarios para transmitir sus mensajes y los de la Iglesia. Y, de hecho, concedió entrevistas a la Cope, a 13tv y a Religion Digital, que yo sepa.

¿Quién le prohibió, entonces o no aprovechó su estancia para montar una rueda de prensa? ¿Por qué no se hizo? Es todo tan ilógico y tan poco natural que resulta incomprensible. Alguien de Añastro, en este caso, el secretario y portavoz de los obispos, Martínez Camino, tendría que explicarlo. Quizás tenga sus razones. ¿Cuáles? Difíciles de adivinar y, menos aún, de compartir. En cualquier otra institución, eso significaría un buen tirón de orejas. O el cese fulminante. Por desaprovechar sinergias.

José Manuel Vidal
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