Con su acceso a la púrpura cardenalicia, el ministro de Cultura del Papa, Gianfranco Ravasi, no sólo recibe un espaldarazo a su encomiable labor en este campo tan delicado de la relacion con la sociedad moderna, sino que, además, se convierte en uno de los papables italianos de garantías. En estos momentos, él y el Patriarca de Venecia, cardenal Scola, quizás sean dos de los papables mejor situados. Tanto dentro como fuera de Italia.

Ravasi representa a un cardenal intelectual, pero con los pies bien en el suelo, que conoce perfectamemnte los mecanismos mediáticos y sociales. Un cardenal con carisma personal y con una extraordinaria capacidad de comunicación. Un cardenal, sobre todo, que está saliendo a flote en la difícil tarea de volver a conectar a la Iglesia con la cultura moderna, que le ha dado la espalda.

Y con iniciativas tan extraordinariamente novedosas como la del "Patio de los Gentiles", a punto de extenderse por diversos países del mundo. Y, como es lógico, también en España. El CEU ya anunció su pretensión de asumir su organización en nuestro país. Pero otras plataformas eclesiales se le habían adelantado. Ravasi tendrá que decidir. ¿Contará, para ello, con la asesoría del cardenal Rouco?

José Manuel Vidal