Lo sé de buenas fuentes. Un obispo, muy “digno” y muy “obispo”, cuando un sacerdote mayor se le presenta vestido de paisano lo recibe con frialdad y le dice: “Creí que usted era un caminonero”. Pienso que no es forma de tratar a un sacerdote, máxime superior en edad al propio prelado. Indica en éste prepotencia, poco dominio de sí, abuso de autoridad, poca educación, poco respeto... Que le diga simplemente: “Me agradaría que usted vista de clergyman, sobre todo cuado está en su distrito parroquial o viene a habar con su obispo”. Sería una forma delicada, por supuesto.

Por otra parte, si no consideramos el mandato de vestir de una u otra manera como algo preceptivo, pienso que de suyo es mejor caminar como cualquier ciudano, sin hábitos ni disfraces de ninguna clase, es más humilde y menos llamativo. Otra cosa es dentro del templo, dentro de las funciones litúrgicas que siempre llevan el signo de la trascendencia.

En resumen: dejad, Obispos, en paz la vestimenta de vuestros curas, y preocupaos más de que sean santos. Eso es lo importante de verdad.