El Vaticano II "no ha perdido su valor ni su empuje" Carta Apostólica de Benedicto XVI con la que convoca el Año de la Fe
El Vaticano publicó hoy el documento de Benedicto XVI con motivo del Año de la Fe, en el que dice que el Concilio Vaticano II no ha perdido "su valor ni su empuje" y que los cristianos no pueden pensar que creer es un hecho privado, ya que la fe implica un testimonio y un compromiso público.
"Porta fidei" (La puerta de la fe) es el nombre del motu proprio (documento papal) en forma de carta apostólica presentado hoy por la Santa Sede, un día después de que el papa teólogo anunciara la celebración del Año de la Fe, que comenzará el 11 de octubre de 2012 y terminará el 24 de noviembre de 2013 con el objetivo de dar un nuevo impulso a la misión de la Iglesia en este tercer milenio.
El Año de la Fe, según explica el Pontífice en el documento, comienza cuando se cumple medio siglo de la apertura del Concilio Vaticano II, que cambió a la Iglesia católica, y en el veinte aniversario de la publicación del catecismo.
Benedicto XVI señala en el documento, de 20 páginas, que los textos emanados del Concilio Vaticano II "no han perdido su valor ni su empuje" y que es necesario que sean leídos de manera apropiada y conocidos y asimilados "como textos cualificados y normativos del magisterio", dentro de la tradición de la Iglesia católica.
"Siento más que nunca el deber de indicar el Concilio Vaticano II como la gran gracia de la que la Iglesia católica se ha beneficiado en el siglo XX. Si lo leemos y acogemos guiados por una hermenéutica correcta, puede ser cada vez más una gran fuerza para la siempre necesaria renovación de la Iglesia", escribe el pontífice.
El obispo de Roma justifica la convocatoria de este Año de la Fe al señalar que en el mundo actual es necesario un "convencido compromiso eclesial en favor de una nueva evangelización para descubrir la alegría en el creer y encontrar el entusiasmo para comunicar la fe".
El papa desea que este Año de la Fe suscite en todos los creyentes "la aspiración a confesar la fe en plenitud, con renovada convicción, confianza y esperanza".
"Profesar la fe implica un testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar que creer sea una cuestión privada. La fe es decidir estar con Él. Es un acto de libertad que exige una responsabilidad social", subraya el papa en el texto.
El obispo de Roma asegura que hoy día la fe está sometida más que en el pasado a una serie de interrogantes que provienen de un cambio de mentalidad "que reduce el ámbito de las certezas racionales al de los logros científicos y tecnológicos".
"Pero la Iglesia nunca ha tenido miedo de mostrar como entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad", asegura.
Benedicto XVI subraya que la Iglesia continuará su peregrinación "en medio de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios", ya que lo que necesita el mundo de hoy es el testimonio creíble "de los que iluminados por la Palabra del Señor son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, esa que no tiene fin".
El papa Ratzinger reitera en el documento que la Iglesia en su conjunto ha de ponerse en camino para rescatar a los hombres "del desierto y conducirlos hacia Dios" en una época, la actual, de una "profunda crisis de fe".
Benedicto XVI se muestra convencido de que el catecismo de la Iglesia católica puede ser un verdadero instrumento para mantener la fe y que por ello ha pedido a la Congregación para la Doctrina de la Fe (sucesora del Santo Oficio) que prepare un documento en el que ofrecerá a los creyentes algunas indicaciones para vivir este año "de la manera más eficaz y apropiada, al servicio de la nueva evangelización".(RD/Efe)