Un siglo de adoración, educación y entrega a los más desfavorecidos La congregación de las Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios culmina la celebración de su primer centenario

Fundada el 11 de abril de 1925 en Granada por la Madre Trinidad Carreras Hitos, la congregación celebra un siglo de misión evangelizadora
Desde sus inicios, ha desarrollado una comprometida labor formativa y espiritual que se extiende hoy a comunidades en Europa, África, Asia y América Latina
Para mirar al futuro con esperanza, continuando una misión que ha dejado una huella profunda en generaciones de alumnos, familias y comunidades
Para mirar al futuro con esperanza, continuando una misión que ha dejado una huella profunda en generaciones de alumnos, familias y comunidades
La Congregación de las Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios ha celebrado este fin de semana en Madrid los actos conmemorativos de su primer centenario, con un intenso programa de actividades religiosas, culturales y festivas que han permitido recordar su historia, honrar su legado y compartir su espiritualidad con la comunidad.
Fundada el 11 de abril de 1925 en Granada por la Madre Trinidad Carreras Hitos, la congregación celebra un siglo de misión evangelizadora a través de la adoración eucarística, la educación y la entrega misionera en cuatro continentes.
Desde sus inicios, ha desarrollado una comprometida labor formativa y espiritual que se extiende hoy a comunidades en Europa, África, Asia y América Latina.

Los actos centrales del centenario comenzaron el viernes 2 de mayo con un concierto conmemorativo en la Basílica de la Milagrosa (Madrid), a cargo del compositor y doctor en Patrimonio David Ruiz Molina, miembro de la comunidad educativa del Colegio Madre de Dios. Bajo el título “El Amor no es amado”, el concierto ofreció una profunda experiencia espiritual a través de la música sacra contemporánea.
El programa incluyó Miserere mei Deus a 8 coros e instrumentos, una obra policoral de gran formato inspirada en los misereres barrocos, con una disposición espacial de los coros que generó una atmósfera envolvente e inmersiva. También se interpretó Interludio de luz para violín y órgano, de carácter contemplativo, y tres composiciones corales con textos de la fundadora, tituladas María, mujer, Madre de Dios, Santísima Eucaristía y Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios, que plasman la espiritualidad y carisma de la congregación.
El concierto fue interpretado por el coro Matritum Cantat, bajo la dirección de Javier Blanco, con la participación de destacados solistas como Eva María del Moral (soprano), María Asensi (violín) y Bruno Forst (órgano). Las obras, grabadas en la propia basílica, serán próximamente editadas por el sello discográfico Nibius como testimonio sonoro del centenario.

El sábado 3 de mayo, los actos han continuado con una solemne misa de acción de gracias en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena. La eucaristía ha congregado a religiosas, miembros de la comunidad educativa, fieles y antiguos alumnos que han querido unirse a esta celebración para expresar su gratitud y renovar su compromiso con la misión de las Esclavas.
Posteriormente, la comunidad se ha reunido en una jornada de convivencia en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, donde ha tenido lugar una comida institucional y un Family Day. Los asistentes han podido disfrutar del concierto del artista Estenez, actividades infantiles y espacios de encuentro para todas las edades.
Por la tarde, se ha proyectado el documental Trinidad, en espíritu y en verdad, en el auditorio del mismo centro. Dirigido por Católicos por tu web, la película ofrece un recorrido íntimo y profundo por la historia de la congregación y la vida de su fundadora, la Sierva de Dios Madre Trinidad Carreras, desde sus orígenes en Granada hasta su expansión misionera en África, Timor Oriental y América Latina. Más allá de una crónica institucional, el documental se convierte en una experiencia visual y espiritual que refleja cómo el carisma de la Madre Trinidad sigue vivo en la labor diaria de religiosas y laicos en diferentes partes del mundo.

Esta celebración ha sido una oportunidad para rendir homenaje a una trayectoria marcada por la fe, la entrega y la educación, así como para mirar al futuro con esperanza, continuando una misión que ha dejado una huella profunda en generaciones de alumnos, familias y comunidades.
Etiquetas