Bach, fuga BWV 689



¡Feliz domingo! Hoy es el domingo de la Epifanía y nosotros vamos a celebrarlo aquí musicalmente con música de Bach. Te regalo hoy una bella obra del maestro, desconocida como muchas de él para órgano, pero que condensa toda la esencia del maestro, que por otra parte está en todas sus obras, incluso en las aparentemente más sencillas. El Salvador al que hace referencia la obra hoy es reverenciado por los magos, revelándose a todo el mundo que Dios está con nosotros.



Otra vez más vamos a estar en compañía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Creo que te he hablado alguna vez de la fecha de nacimiento del maestro y alguna controversia que hay con ella. Nació un 21 de marzo y en ese momento, en Turingia aún estaba vigente el calendario juliano. Sin embargo, en Alemania, en 1698, fue adoptado el calendario gregoriano por lo que algunos días tuvieron que suprimirse y el cumpleaños de Bach debería caer el 31 del mismo mes. Sin embargo, el erudito sobre Bach Christoph Wolff concluye que es algo inútil el cambio de fecha. Primero porque legalmente se estipuló que todas las fechas que cayesen antes del 31 de diciembre de 1699 podían quedarse como está. Y también porque, a pesar de dicho cambio, el día sí fue el 21 de marzo, la nueva cuenta con los diez días fue algo posterior... Siempre queda la posibilidad de honrar la memoria del maestro los dos días.

Disfrutemos de su fuga super «Jesus Christus unser Heiland», BWV 689. Así, como quien no quiere la cosa, estamos ante una obra que nos descubre el verdadero talento del maestro, y fue compuesta más o menos por los mismos días que la segunda parte de «El clave bien temperado». No es una composición fácil de escuchar debido a su cromatismo y su estructura compleja. Bach nos demuestra cómo componer una fuga (o un ricercare) a partir de un coral. Las entradas van sucediéndose en ritmos distintos, a veces tras seis compases, otras tras cuatro y otras, de forma inesperada, tras incluso uno o cinco. El sujeto es mucho más largo y las partes lo van interrumpiendo (en un stretto). Bach responde también con armonías de lo más diversas, que vinculan esas entradas de una forma muy tortuosa y llena de dolor. El final es en aumentación, de forma que una voz ejecuta el tema en valores largos, a modo de recapitulación. La composición está marcada como «manualiter», es decir, sin intervención del pedal.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Daniel Bruun al órgano de la Iglesia Garnisons de Copenhague.

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