Rosas del sur



¡Feliz año nuevo! ¡Y feliz lunes! Espero que este año que hoy comienza te depare buenas cosas y buenos momentos con extraordinarias personas. Espero que te vaya mejor que en el pasado 2017 o, por lo menos, igual. Para inaugurar musicalmente este año te traigo un vals. Típico, ¿verdad? Sin embargo, no será en una versión deslumbrante de la Filarmónica de Viena que hoy uno de enero disfrutamos todos los años, sino en una versión muy peculiar. ¿Te apetece?

De alguna forma hoy nos visitan dos autores. Pero el principal es Johann Strauss II (1825-1899), maestro austríaco nacido en Viena. Podemos decir que es el padre del vals así como de la opereta vienesa. Su padre quería que fuese banquero pero pronto mostró inclinación por la música, buscándose lecciones privadas de violín. Después se puso a componer de forma seria. Cuando el padre murió se hizo cargo de la banda de este y llevó a cabo sus contratos. Su carrera se hizo fulgurante y se ganó el respeto de Brahms, Wagner y Verdi. En 1872 viajó a Estados Unidos y consiguió un gran éxito. Sus valses son mundialmente famosos y no podemos ver en las composiciones obras circunstanciales sino verdaderas obras maestras. Basta recordar el «Bello Danubio azul» o el «Vals del emperador», obras inmortales donde las haya. Estas obras son unas de las más grabadas y versionadas de todos los tiempos, estando presentes en casi todas las circunstancias y acontecimientos sociales.

Hoy te traigo el vals Rosen aus dem Süden, op. 388 pero no en la versión original de Strauss sino en un arreglo para cuarteto de cuerdas, piano y armonio del también vienés Arnold Schoenberg (1874-1951). El vals original fue compuesto en 1880 pero en 1921 Schoenberg solicitó a sus discípulos Alban Berg y Anton Webern que arreglasen valses para que fuesen interpretados en una sociedad de conciertos de Viena, en una reducciones similares a las que se hacían en época de Strauss. Con estos arreglos Schoenberg mostraba qué era lo importante para él en la música, mostrándoselo a los oyentes en obras populares. Berg lo expuso así: «De esta manera es posible oír y juzgar obras orquestales modernas privadas de todos los efectos orquestales que la orquesta produce así como todos sus beneficios sensoriales».

La interpretación es del conjunto Riccardo Caramella Ensemble.

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