El axioma fundamental de la Mariología de Enrique Figaredo Alvargonzález está encarnada iconográficamente en la imagen de "Nuestra Madre del Amor Inclusivo". Su descripción por Enrique, que presentamos aquí, ha servido a sus colaboradores escultores para realizarla en todas las parroquias de su prefectura Apostolica de Battambang. Todos estos escultores son artistas de Camboya con discapacidad.
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Esta talla de madera (o de piedra) está presente en todas las parroquias de la Prefectura Apostólica de Battambang, Camboya, y está llena de simbolismo.
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María sostiene a Jesús, que está con los brazos abiertos dando la bienvenida a todos los que quieran acercarse. Ambos los acogen con una sonrisa encantadora bajo el manto cálido de su amor bondadoso.
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En el centro de la figura, hay dos niños. Uno de ellos tiene un libro que simboliza la sabiduría, la necesidad de ser capaces de discernir entre el bien y el mal. El otro está tocando la flauta juntando el arte, la música y la tradición para alabar a Dios.
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En la parte inferior tenemos tres niños. Hay un niño que da un abrazo de bienvenida, señal de solidaridad, y que introduce a otros dos niños con discapacidad. Todos estamos bajo el amor de Dios. Uno de ellos está en una silla de ruedas sosteniendo una paloma que representa la paz y el otro utiliza una muleta y sostiene un ramo de flores, el signo del amor, el mayor mandamiento de Dios - Amaos los unos a los otros como yo os he amado. La muleta y la silla de ruedas son como un sacramento que les devuelve su dignidad y produce comunión entre capacitados y discapacitados.
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El manto de la Virgen es una imagen de la familia a la que todos pertenecemos, que es la iglesia. Todos estamos cobijados bajo esta capa.
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En la parte inferior, hay flores de loto. La flor de loto es la flor más emblemática de Camboya, un símbolo de la gloria, la pureza y la santidad.
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Todas estas estatuas de madera están talladas por artistas de Camboya con discapacidad, lo que también muestra que todos podemos ayudarnos los unos a los otros a dar el amor de Dios que Jesús ofrece a nuestras vidas, sin importar nuestra condición.
Todos somos criaturas hechas como una imagen de Dios, el supremo maestro de obras.