¿Reconoces el paso del Señor? ¿Estás atento a su posible presencia en los acontecimientos? I Domingo de Adviento

I Domingo de Adviento
I Domingo de Adviento

Dios cumple su Palabra

01. Primer domingo de Adviento 

Profecía

“En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra” (Jr 33, 15). Si hay una referencia bíblica relacionada con el Adviento es la genealogía de Jesús, su árbol genealógico, llamado el tronco de Jesé, precisamente Jesé fue el padre de David: “Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey” (Mt 1, 5). En el vástago davídico anunciado se divisa al Emmanuel.

Icono: El árbol de Jesé 

El árbol de Jesé se ha representado de muchas maneras, su imagennos invita a confiar en la Palabra, pues aunque parezca que el tronco está seco, guarda la vitalidad de la promesa divina.

Profecía cumplida 

El ángel le dice a María, “concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» (Lc 1, 31-33) 

Consideración 

La profecía se ha cumplido en Jesucristo. Ahora nos corresponde permanecer atentos, porque la Palabra de Dios se cumple. El Adviento nos invita a permanecer en la esperanza de reencontrarnos con el Mesías, encuentro que nos sucederá personalmente. 

Adviento real 

El Adviento no es un tiempo imaginario, es una etapa real de nuestra historia. “Considero que los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día se nos manifestará. Porque la creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rom 8, 18-19). “Para que cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre” (1Ts 3, 13). 

Actitud recomendada 

Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre (Lc 21, 34-36). 

Propuesta 

¿Reconoces el paso del Señor? ¿Estás atento a su posible presencia en los acontecimientos?

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