Oración de los niños a María en su soledad

ORACIÓN A SANTA MARÍA, EN SU SOLEDAD

Virgen María, ayer escuchábamos a Jesús, en la Cruz, que te decía: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Y a la vez, dirigiéndose al discípulo amado, dijo: “Ahí tienes a tu madre”. El Evangelio señala que, desde aquella hora, el discípulo te llevó a su casa.

Nosotros hoy queremos obedecer a Jesús, tu Hijo, y para que no te quedes sola, te invitamos a venirte con nosotros a nuestras casas. Hemos venido a verte, para decírtelo, y para que aceptes permanecer en nuestras familias. Tú eres nuestra madre, y una madre lo que quiere es estar con sus hijos.

Nosotros queremos ser tus hijos, y que te vengas con nosotros a nuestras casas, porque así tú no estás sola, y nosotros siempre tenderemos seguro tu amor y tu mirada. También te pedimos que acompañes sobre todo a los niños que no tienen padres, a los que han perdido sus casas y están en los campos de refugiados. Te pedimos que todos los niños encuentren alguien que los quiera y les ayude.

La mayor tristeza de una persona es saberse sola. A nosotros, algunas veces, cuando nos quedamos solos, nos entra miedo y nos ponemos tristes. Si te vienes con nosotros, tú estarás acompañada y nosotros también, porque estamos seguros de que nos quieres mucho.

Tú sabes, Virgen María, que una casa y una familia son distintas si en ellas no hay amor. Si te vienes a nuestra casa, con nosotros, siempre habrá amor en nuestra familia y entre nosotros, al menos el tuyo. Y, al mirarte, seguro que nosotros también nos hacemos más buenos y nos querremos más.

Virgen María, te queremos mucho. Vente a nuestra casa, porque eres nuestra Madre.
Y en nombre de todos los niños te pedimos: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros y por todas familias a tu Hijo Jesús. Amén. Gracias. Un beso.
Volver arriba