Amanece, que no es poco

A pesar de que te azote el terremoto

Y destruya todo tu universo

Tú mantente en pie.

A pesar de que el incendio de la ira

Arrase con sus guerras  a la gente,

A pesar de que muchos se transformen

En lobos despiadados sin piedad,

Conserva tu chispa de ternura,

De buena educación.

Rescata tu sonrisa, aun triste,

Como débil chispita de esperanza

Y de humanidad.

Porque aunque no quede piedra sobre piedra,

Aunque se vuelvan ruinas los palacios,

Cementerios los centros comerciales,

Estatuas rotas las viejas catedrales,

Alguien tiene la última Palabra sobre el mundo,

Sobre los humanos de todas las épocas,

Biografías anónimas que el tiempo se tragó

Y que nadie recuerda.

Llora, pero no tengas miedo;

Arrastra tu cruz con valor,

Y llena tu boca de buenas palabras y bendiciones,

Aunque a veces sepas del amargor de la vida.

Quizá pierdas amigos y familia a través de los años.

Un día os reencontrareis sin un solo reproche

Y entendiendo el dolor que os infringisteis.

Ten fe en que no estás solo,

Que de ti no depende el mundo entero.

Ten fe y respira pues incluso lo malo es pasajero.

Sólo el Amor nos salva.

Solo el Amor nos cura.

Solo el Amor, que es Dios, Jesús, la Brisa,

Te dará el despertar que te mereces:

Amanecer por fin en paz.

Ten fe y siempre adelante

Que amanece.

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