A Jesús el amor le hizo libre: obedecía a su conciencia amorosa por encima de cualquier ley, la oración a Dios le llevaba al necesitado, su comunidad era una fraternidad. Pidamos vivir en su seguimiento, diciendo: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Por la Iglesia:
- que no tenga miedo a la libertad, a la igualdad, a la fraternidad;
- que proclame sin miedo la vida de Jesús, guiada por el amor divino.
Roguemos al Señor: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Por quienes presiden las comunidades cristianas:
- que sean elegidos por las propias comunidades;
- que sean sinceros, promuevan la libertad, el diálogo, la decisión conjunta.
Roguemos al Señor: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Por la paz del mundo:
- que sea fruto de los derechos humanos, de la justicia, de la atención a los más débiles;
- que la paz nos habite en el corazón, en la fidelidad a la conciencia.
Roguemos al Señor: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Por los enfermos, parados, perseguidos, emigrantes...:
- que nos encuentren propicios a escucharles, ayudarles...;
- que tengan fortaleza interior ante las dificultades y desánimos.
Roguemos al Señor: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Por nuestra comunidad (diócesis, parroquia, grupo...):
- que cada uno aportemos lo mejor para bien de todos;
- que dialoguemos, nos queramos, nos respetemos...
Roguemos al Señor: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Por esta celebración:
- que nos ayude a crecer en la fe que se traduce en amor;
- que nos alegre, nos consuele, nos anime a vivir como Jesús.
Roguemos al Señor: “que nuestra fe se haga amor” (Gál 5, 6).

Necesitamos, Señor, tu ayuda para vivir libremente, guiados por tu Amor. Queremos liberarnos del miedo a la libertad, a la igualdad, a la fraternidad. Acepta y bendice estos deseos que te presentamos hoy. Te lo pedimos a ti, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González