Creo que antes de dar ciertas noticias debieran contrastarse bien los datos. El cristianismo sigue siendo la religión más seguida del mundo. Y el catolicismo no se si podemos decir que somos la primera o la segunda, dado que muchos católicos reniegan actualmente de una jerarquía con la que no se identifican, pero desde luego el número de bautizados católicos ahí está.

Los musulmanes están divididos en cuatro ramas, Sunnies, Chiies, sufistas y Jariyismo. Y aunque cerca del 90 % son Sunnies, estos están a su vez divididos en escuelas que interpretan de distinta forma sus textos.

Realmente, solo considerando a los Sunnies, y considerándolos que estén muy unidos, podemos decir que sea la religión mayoritaria, pero solo en ese caso.

No obstante, esto no nos debiera llevar a mirarnos el ombligo y a creernos que somos el culo del mundo porque seguimos siendo muy mayoritarios. El crecimiento de cristianos del mundo se está estancando, y no por falta de gente a la que evangelizar, sino porque nuestra religión no da todas las respuestas que debiera dar a tanta gente a la que evangelizar. Incluso a muchos católicos nos cuesta identificarnos con unos obispos tan alejados y tan inaccesibles como los que tenemos. En el caso de España, los actuales son mayoritariamente inútiles para evangelizar, unos porque están socialmente desacreditados, y otros porque están desaparecidos del mapa y no sabes que existen salvo cuando tristemente protagonizan un escándalo.

Yo sigo creyendo en la fuerza de mi religión, pero me sigo lamentando por tanta mediocridad inútil que nos ponen. Si quieren ponernos obispos progresistas o conservadores o moderados, que nos los pongan, pero que sean pastorales, que sean cercanos, que procuren sumar y no restar, y que se dejen de quedarse en lujosos palacios, habitar en catedrales, etc. Los obispos no deben ser funcionarios sino pastores.