Te recuerdo Amanda Orar en Adviento desde la vulnerabilidad : "OJALÁ"

Nos reunimos el sábado anterior los grupos de profesionales cristianos de nuestra diócesis. Nuestra intención era abrirnos interiormente al tiempo de adviento desde las claves que venimos trabajando actualmente en el movimiento sobre la vulnerabilidad y la cultura del cuidado. El comienzo vertebró la jornada, le pedimos a Jesús Sánchez que nos guiara en el primer momento de oración y el guión nos movió a adentrarnos en la debilidad, en lo vulnerable, por la vía de las entrañas más que de la razón y del saber, por el camino del sentir, con los ojos abiertos y el corazón a punto. Por eso siento el deseo de compartir con muchos de vosotros que también estáis buscando y deseais sentir en el espíritu de un Dios vulnerable y vunlerado.

VULNERABLES Y VULNERADOS... ESPERANZA


Humanos y vulnerables

Vulnerable

Ser vulnerables es ser humanos. Ser vulnerables es ser hermanos. Vivir en la vulnerabilidad de criaturas es la única forma de vivir en la Gracia del Padre, en la gratuidad de su amor, en el regalo de vida.

En la fragilidad de los otros vemos la propia, por eso estar atentos al sufrimiento es hacernos compasivos y fraternos, el primer paso para descubrirnos hijos de Dios.


Ahora que tanto se habla de estadios y víctimas, os invito con esta propuesta musical que seguro que conocéis a entrar en los sentimientos de quien canta. A entrar en los sentimientos de Amanda:


ESCUCHAMOS LA CANCIÓN “TE RECUERDO AMANDA”, de Víctor Jara.

Canción Amanda


Cinco minutos. Cinco minutos bastan para cambiar la vida de las personas. Luego entraremos en las causas, nosotros, que somos de analizar y de estudiar, iremos a lo estructural, a la injusticia… pero yo creo que la canción nos habla de personas que son frágiles y que sufren esa fragilidad.

Contemplar a los vulnerados...


Os propongo pensar en silencio en la fragilidad, la que vemos, la que tocamos, la que vivimos… Podéis compartir momentos, instantes, personas en las que veáis esta dimensión, en las que os sintáis reflejados / reflejadas. Pensad, meditad, cuál es vuestra expresión propia de vulnerabilidad, porque eso es lo que os hace humanos y por ahí podréis entrar en la gran fraternidad de las personas.


COMPARTIMOS


Jesús

También Jesús sabía de esta sensación y de esta emoción tan humana… Escuchamos su dolor en este pasaje: 
"Jesús no había llegado aún al pueblo, sino que estaba en el lugar donde lo encontró Marta. [31] Los judíos que estaban con ella en la casa consolándola, al ver que María se levantaba de repente y salía, fueron detrás de ella, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. [32] Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verlo, cayó a sus pies y le dijo: —Si hubieras estado aquí, Señor, mi hermano (Lázaro) no habría muerto. [33] Jesús al ver llorar a María y también a los judíos que la acompañaban, se estremeció por dentro [34] y dijo muy conmovido: —¿Dónde lo habéis puesto? Le dicen: —Ven, Señor, y lo verás. [35] Jesús se echó a llorar. [36]"


¡Qué hermoso ver el rostro humano y emocionado de Jesús, llorando por su amigo! Este texto siempre me conecta con el Jesús de los sentimientos, el que verdaderamente, en su historia personal, nada épica, me dice “soy como tú”, “entiendo la vida de las personas, sus afanes y sus anhelos, sus alegrías, sus circunstancias”. Los gozos y las esperanzas de los hombres son los de la Iglesia, decía la Gaudium et Spes, porque no somos más que eso: hombres y mujeres frágiles en un mundo que llenamos de lo humano: esperanza y fraternidad.

De la Liturgia de las Horas


Mis ojos, mis pobres ojos
que acaban de despertar
los hiciste para ver,
no sólo para llorar.

Haz que sepa adivinar
entre las sombras la luz,
que nunca me ciegue el mal
ni olvide que existes tú.

Que, cuando llegue el dolor,
que yo sé que llegará,
no se me enturbie el amor,
ni se me nuble la paz.

Sostén ahora mi fe,
pues, cuando llegue a tu hogar,
con mis ojos te veré
y mi llanto cesará.

¿Y Dios...? Cuidados

lavatorio

¿Cuál es la respuesta de Dios a la vulnerabilidad, a la fragilidad, a la herida? Dios no sabe más que de amor, y el amor es la Buena Noticia para los que buscan amor, como para los heridos, la Buena Noticia es la cura. Y de la cura, el cuidado. El Amor de Dios no puede ser más que, en forma de propuesta, el cuidado. Por eso dice el Evangelio que el samaritano ungió las heridas del viajero con vino y miel. Lo cuidó, y en ese cuidado ambos fueron humanos y ambos fueron divinos, porque el uno y el otro actuaron en la dinámica del amor del Padre.

todos

Ojalá, que os recuerdo viene del árabe “quiera Dios”, desde la herida y lo frágil que somos sepamos construir un mundo de cuidados y de amor. Decía Pablo Guerrero que “para huir de la muerte nos amaremos”.
Ese mundo es el que anhelamos, y lo expresamos todos juntos en el Padre Nuestro.

Padre

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