La abadía recibe el premio Canigó en reconocimiento a sus mil años de historia monástica Planellas reivindica el papel centenario de Montserrat como "casa común" de Catalunya

Joan Planellas
Joan Planellas

El presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense subraya el valor espiritual, cultural y social del monasterio en el marco de la Universitat Catalana d’Estiu, donde la abadía recibió el premio Canigó por su milenario

"Montserrat continúa siendo un faro de esperanza para toda la sociedad", afirma el arzobispo

Montserrat volvió a ser protagonista en la Universitat Catalana d’Estiu (UCE) de Prada de Conflent, donde la abadía recibió el premio Canigó en reconocimiento a sus mil años de historia monástica. El acto, que contó con la presencia de su abad, Manel Gasch, sirvió también para poner en valor el papel del monasterio como símbolo cultural, espiritual y social de Catalunya.

Durante su intervención, el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Joan Planellas, defendió que "Montserrat no debe abandonar el papel" que ha desarrollado estos siglos, especialmente en el último siglo como refugio espiritual y "centro de resistencia cultural" para Catalunya. Asimismo, subrayó el valor histórico de figuras como el abad Escarré, opositor al franquismo y exiliado, en la defensa de los derechos nacionales catalanes.

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El arzobispo Planellas afirmó que “Montserrat continúa siendo un faro de esperanza para toda la sociedad”. Se refirió así a la profunda conexión del santuario con la identidad cultural y espiritual del país.

El jefe de los obispos catalanes enmienda al abad y reivindica a Montserrat  como "la casa común del país"

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