Bertello, Parolin y Ventura, terna de Francisco para la Secretaría de Estado
Francisco ha dedicado este mes a perfilar su proyecto de reforma de la Curia, contando ya con los informes de los ocho miembros de la Comisión cardenalicia. También, a lidiar con los palos en la rueda que la vieja guardia curial ha colocado a Bergoglio en las figuras de monseñor Ricca y Francesca Chauqui para tratar de frenar el “huracán Francisco”. La dramática situación en Siria, nos consta, tiene al Papa preocupado y alarmado: dicen, incluso, que el Pontífice podría solicitar un encuentro urgente con el presidente Obama y el secretario general de Naciones Unidas.
Con todo, el principal trabajo de Francisco en estos días ha girado en torno a la figura del nuevo secretario de Estado. Como ya dijimos en su día, el sucesor del cardenal Bertone –que sigue presionando para perpetuarse en el cargo o, al menos, mantener su influencia tanto en el IOR como en el gobierno de la Santa Sede- no tendrá las mismas prerrogativas que históricamente ha tenido el “número dos” vaticano. Y es que Bergoglio aboga por un gobierno más colegiado, en el que los presidentes de dicasterios y una comisión de cardenales actúen como consejo de Gobierno del Obispo de Roma.
Con todo, la figura del Secretario de Estado vaticano es relevante y necesaria, especialmente en las relaciones internacionales. Por ello, la terna que ya maneja Francisco –y que cumple el pacto no escrito de que si el Papa no es italiano, el secretario de Estado debe serlo- está conformada por tres personajes con amplia trayectoria diplomática y de gobierno. Los tres nombres de los que saldrá el sucesor de Bertone son Giuseppe Bertello, Pietro Parolin y Luigi Ventura.

Bertello entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1971 y sirvió en las representaciones pontificias de Sudán, Turquía, Venezuela y en la misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra. Ha sido nuncio en Ghana, Togo, Benin, Ruanda (donde contribuyó a para la matanza entre hutus y tutsis), México, y representante de la Santa Sede ante el Movimiento de los No Alineados, Naciones Unidas, la OMT. En 2007, pasó a ser nuncio en Italia, y desde 2011 gobernador del Vaticano. Es, sin lugar a dudas, el más preparado para ejercer de jefe de la diplomacia vaticana.

Fue nombrado Subsecretario de la mencionada sección el 30 de noviembre de 2002. Además de italiano, habla francés, inglés y español, y ha sabido lidiar con los duros años de Gobierno de Hugo Chávez en lo tocante a las relaciones Iglesia-Estado.

En 1984 fue llamado a servir a la Iglesia en la Secretaría de Estado, en la sección para las Relaciones con los Estados, para posteriormente llegar a las nunciaturas de Costa de Marfil, Burkina Faso, Níger. El 25 de marzo de 1999 fue nombrado representante de Juan Pablo II en Chile y el 22 de junio de 2001 en Canadá. Es conocido como el “nuncio de las JMJ”, pues ha ayudado a la preparación de varias de ellas.
Sea como fuere, parece claro que la sucesión de Bertone es más que inminente. Y que uno de estos tres tiene todas las papeletas para ser la “mano derecha” del Papa Francisco en su pontificado de reforma.