Un “Diccionario de las tres religiones” (I)

Hoy escribe Fernando Bermejo

Comenzamos a presentar una voluminosa e interesante obra recientemente aparecida, el Diccionario de las tres religiones: Judaísmo, Cristianismo, Islam, Verbo Divino, Estella, 2009. Sus autores principales son Xabier Pikaza y Abdelmumin Aya, que han contado con la colaboración de José F. Durán Velasco y de Yaratullah Monturiol. Pikaza es el autor de las voces relativas a judaísmo y cristianismo, mientras que los otros tres autores son los responsables de la sección dedicada al Islam.

El Diccionario, de 1243 páginas, contiene 321 lemas, voces o entradas, que cabe subdividir del siguiente modo: A) Términos comunes a las tres religiones (112), desde “Abluciones” hasta “Visión de Dios”; cada uno de los términos es presentado desde la perspectiva de cada una de las tres religiones; B) Términos comunes a judaísmo y cristianismo (29), desde “Alianza” a “Templo”; C) Términos específicos del judaísmo (52), tales como “Misná” o “Sinagoga”; D) Términos específicos del cristianismo (64), como “Evangelio”, “Papa” o “Vaticano”; E) Términos específicos del Islam (64), tales como “Aleya”, “Califato”, “Hadices” o “Yihâd”.

Los autores presentan su obra como un diccionario ecuménico, universitario y razonado, de las religiones abrahámicas, monoteístas, proféticas, creacionistas, personalistas, históricas y del Libro; centrado en tres profetas concretos (Moisés, Jesús, Muhammad), en la fe religiosa y en la experiencia de las comunidades creyentes (pueblo de Israel, Iglesia, Umma).

Aunque la obra se presenta elaborada “desde una perspectiva estrictamente racional” y pretende “ser un diccionario de Universidad”, no es un diccionario elaborado con una perspectiva histórico-crítica independiente, sino una obra conscientemente teológica. Si bien el arabista J. F. Durán Velasco carece de adscripción religiosa, Xabier Pikaza es cristiano católico y Abdelmumin Aya y Yaratullah Monturiol musulmanes. El Diccionario quiere contribuir a la “auténtica defensa cultural” de la religión (p. 14), y ha sido concebido como un instrumento de diálogo ecuménico, en la medida en que sus autores están “convencidos de que cada religión es verdadera, pero que su verdad sólo puede mantenerse firme en la medida en que es capaz de abrirse a un diálogo generoso con las otras religiones” (ibid.). Tal diálogo pretende “que cada uno venga a ser más hondamente aquello que es y para que todos podamos buscar un futuro de concordia, iluminados por nuestros modelos de vida (Moisés, Jesús, Muhammad), todos ellos hijos de Abrahán, al servicio de la bendición y de la paz de todos los pueblos de la tierra” (ibid.).

Así pues, nos encontramos ante una obra que resultará especialmente atractiva a los creyentes interesados en el diálogo ecuménico, pero que, dada su riqueza informativa, también interesará a muchos otros lectores. Así, por ejemplo, el hecho de que tres de sus cuatro autores sean especialistas en el mundo islámico parece hacer de la obra “el mejor diccionario teológico del islam escrito hasta ahora en lengua castellana” (p. 16).

En próximos posts trataremos otros aspectos de este Diccionario, a cuyos autores felicitamos desde aquí.

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Volver arriba