Meditaciones sobre novedades del Documento final del Sínodo de la Sinodalidad Luis Guillermo Sarasa: “No hay que buscar si dijeron que van a ordenar a las mujeres, o a dar permiso a los sacerdotes con hogar”
“El insight de Francisco es invitar a toda la Iglesia a que sigamos haciendo discernimiento”
“Uno de los grandes frutos de este sínodo, es que va creando una cultura y una disposición espiritual, que puede impregnar nuestra vida familiar: el discernimiento”
“Viene la implementación y la gente está diciendo, ¿implementación de qué? Si no hay normas, si no hay reglas; pero, si hay puertas abiertas”
“Ustedes tienen una función profética contracultural. Yo creo que la Iglesia los está escuchando”
“Ustedes tienen un carisma específico y tienen que llegar también a un ministerio específico, porque esa es su vocación”
“La Iglesia sinodal no puede ser lo que digan los obispos, esto queda claro después de este sínodo”
“Uno de los grandes frutos de este sínodo, es que va creando una cultura y una disposición espiritual, que puede impregnar nuestra vida familiar: el discernimiento”
“Viene la implementación y la gente está diciendo, ¿implementación de qué? Si no hay normas, si no hay reglas; pero, si hay puertas abiertas”
“Ustedes tienen una función profética contracultural. Yo creo que la Iglesia los está escuchando”
“Ustedes tienen un carisma específico y tienen que llegar también a un ministerio específico, porque esa es su vocación”
“La Iglesia sinodal no puede ser lo que digan los obispos, esto queda claro después de este sínodo”
“Viene la implementación y la gente está diciendo, ¿implementación de qué? Si no hay normas, si no hay reglas; pero, si hay puertas abiertas”
“Ustedes tienen una función profética contracultural. Yo creo que la Iglesia los está escuchando”
“Ustedes tienen un carisma específico y tienen que llegar también a un ministerio específico, porque esa es su vocación”
“La Iglesia sinodal no puede ser lo que digan los obispos, esto queda claro después de este sínodo”
“Ustedes tienen un carisma específico y tienen que llegar también a un ministerio específico, porque esa es su vocación”
“La Iglesia sinodal no puede ser lo que digan los obispos, esto queda claro después de este sínodo”
“La Iglesia sinodal no puede ser lo que digan los obispos, esto queda claro después de este sínodo”
| Dumar Espinosa Luis Guillermo Sarasa
![Luis Guillermo Sarasa](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/Luis_Guillermo_Sarasa.jpg?hash=36d36cfd319a536c2e9ac190f5f2653138d38209)
El pasado 4 de noviembre 2024, en las instalaciones de Seminario mayor arquidiocesano, el sacerdote jesuita Luis Guillermo Sarasa Gallego, pronunció dos meditaciones sobre el Documento final del Sínodo de la sinodalidad, para las familias del grupo de Sacerdotes con hogar de Bogotá, que hicieron ese día un Retiro espiritual.
Padre Sarasa es licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y doctor en Teología por la Pontificia Universidad Javeriana; actualmente, es animador de la evangelización en toda la Provincia, mostrando el camino hacia Dios por medio de los Ejercicios Espirituales y el discernimiento” en el Nuevo CIRE (Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios).
![sacerdotes con hogar de Bogota](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/sacerdotes_con_hogar_de_Bogota.jpg?hash=e9d7edee24a4d1591d6b7c6bb5227813ceb628b4)
En dos meditaciones, el padre Sarasa, desarrolló seis temáticas, que se transcriben a continuación:
Primera meditación
Un insight, kōan o idea reveladora
«Durante los ejercicios espirituales, podemos tener intuiciones que llamamos insights, es decir, iluminaciones, sin importar el tiempo que uno le dedique a la oración. Una persona que hace ejercicios de ocho días puede pasar ocho días y no pasar nada. Puede pasar un mes haciendo ejercicios y quizás no suceda nada. Pero quizás nos puede pasar como a Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, que, en un solo día, en un solo momento, al pie del río Cardener de Manresa en España, se sentó a contemplar cómo iba de profundo el río y ahí pasó algo.
Cuando a San Ignacio le preguntan por lo que le pasó en el Cardener, que nosotros llamamos la ilustración del Cardener, él no sabe explicar muy bien qué fue lo que le pasó, porque, de hecho, su amanuense lo describe de la siguiente manera: “Decía, padre Ignacio, que estando allá en el Cardener sintió como si los ojos del entendimiento, no los de afuera, y anota no que viera algo por fuera, sino por dentro”. ¿Y se le pregunta frente a esa afirmación, pero qué fue lo que sentiste? ¿Cuál fue tu moción interna, tu movimiento interno? Y él lo resume, “podría asegurar que lo que viví en ese momento fue más grande que todo lo que he aprendido durante toda mi vida”. Y eso es al final de su vida.
A eso le llamamos insight; a eso le llamamos una iluminación, a eso le llamamos un chispazo. La voz de Dios.
![San Ignacio de Loyola](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/San_Ignacio_de_Loyola.jpg?hash=753de0795f544e1d76c8dbef4601b52c8b1977fe)
Cuando uno tiene un insight, uno no tiene que explicar qué pasó ahí. Un verdadero insight no se explica, es casi como un kōan. Un kōan es un dicho, un enigma de la espiritualidad oriental, muy japonesa, Uno de los kōan más famosos es aquel en el que el maestro hace un palmoteo y dice: "Este el sonido de dos manos; ¿cuál es el sonido de una sola mano?"
En el kōan no busquen respuestas porque el kōan no es para responder, el kōan es para incubar.
Un primer nivel del kōan, es la enunciación del kōan; el segundo nivel es la incubación del kōan; el tercer nivel es la eclosión del kōan. Y cuando eclosiona, uno no tiene una respuesta sino un entendimiento.
Y entonces el maestro se da cuenta que ese discípulo entendió ya ese kōan después de un año, dos años, tres años, cinco años y le da otro kōan, le regala otro.
Hay otro muy famoso: «Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?» y eso lo ayuda uno a interiorizar, no para obtener gnosis, conocimiento. La respuesta no es (algo concreto), sino ese conocimiento que es profundo, que es sofía. Aquí ya hay como una tensión entre la gnosis y la sofía, entre el conocimiento en que tenemos que decir cosas y el conocimiento interno.
Desde la primera semana en los ejercicios de San Ignacio se habla de conocimiento interno. Un primer gran enigma ignaciano: “No el mucho saber harta y satisface el ánima, sino el sentir y gustar de las cosas internamente”.
No es un día para saber un montón de cosas. No; todo lo contrario; quizás es para desaprender y para quedarnos con lo que nos dice Dios. Y lo que dice Dios es sencillo, es simple, es posible y nos pone marcha. Ustedes están aquí porque quieren, ustedes están aquí porque están pensando, discerniendo y esa es la otra clave.
![una lectura del Documento final del Sinodo](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/una_lectura_del_Documento_final_del_Sinodo.jpg?hash=597fa6f2dcc96d8c7e6b6f9723b180c34b8e5868)
Sinodalidad o continuo discernimiento en común
Creo que el sínodo de la sinodalidad lo que está haciendo en la iglesia es invitarnos a un continuo discernimiento en común. Decirlo así resulta fácil; decimos todas las obras jesuitas hacen discernimiento… ¡qué va!, no tenemos tiempo, no hay tiempo para reunirse, para tomar decisiones, porque hay que tomarlas y yo creo que se toman más o menos buenas decisiones, no todas, pero ¿tenemos tiempo para discernir?
A nosotros, los que nos tocó ir a la biblioteca municipal, yo soy de pueblo, nos tocó ir a la biblioteca municipal de niños, preguntar cuál es el tema, señorita bibliotecaria. Este es el tema. Pasaba uno toda la mañana, toda la tarde abriendo libros grandototes, olorosos, llenos de polvo, a veces de hongos, pero llenos de gnosis, de lo que teníamos que aprender. Hoy en día tenemos todo ahí, todo; lo bueno y lo malo, lo maravilloso y lo terrible, lo cercano y lo lejano. Lo cercano de mis amigos ahí, lo lejano de mi familia ahí.
Hacer un día de silencio; un rato. Creo que esta es una primera consideración que yo tendría, con ustedes.
![mesas de trabajo en el sinodo](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/mesas_de_trabajo_en_el_sinodo.jpg?hash=21a773facfdb5570de0575cbd6715cd2d5795244)
A lo que nos invita el Papa Francisco, a lo que nos invitó durante todos estos años en este contexto del Sínodo, fue a que habláramos, a que nos escucháramos. A que nos oyéramos. Por eso llegaron a Roma más de 300 invitados. Como en un concilio con otra forma; me parece importantísima la forma como se reunieron.
La imagen [de la nueva aula sinodal distribuida en grupos ubicados en mesas redondas], dice mucho. Juntos en camino. Todos somos Iglesia. Ustedes, entregan además otra gran riqueza a la Iglesia, la familia, partamos de ustedes tienen una riqueza enorme, pero “grandotota” frente a lo que ha dicho el concilio Vaticano.
Por eso, [el Sínodo de la sinodalidad], se me parece un poco a un concilio, pero distinto. Es que veo al papa, a los obispos, a representantes de otras iglesias, hombres, mujeres, laicos sentados juntos. La proxémica cambió.
¿Qué es la proxémica? Creamos una medida. La proxémica es importantísima; esto nos está diciendo ya muchas cosas. Nos está diciendo que Francisco le ha querido, le ha ido dejando a la iglesia una cantidad de herencias “grandototas”.
Yo creo que si miramos las tres encíclicas[1], no nos han dado tiempo para ir para última, Dilexit nos, porque nos pusieron esto encima [con el material del sínodo], ahí sí se equivocaron, pero ya le estamos poniendo más cuidado a la encíclica, que es bellísima y tenemos que estudiar. Es un documento que se puede estudiar a lo largo de los años: El amor puesto al centro, el corazón puesto al centro.
Respecto al Documento final del Sínodo de la sinodalidad, nos impresiona por muchas cosas, la disposición, los trabajos que se hicieron durante estos años del 2021 al 2024, las consultas que se hicieron en las parroquias, pues algunos dirían ah, pero en eso participó muy poquita gente. Pues se invitó a todo el mundo, todos los párrocos, todos los obispos, todos decían estábamos invitando a esto.
Mandaban preguntas; el que quiso habló; y yo creo que este verdaderamente es un encuentro de una iglesia que quiere ser de otra manera.
Alguien diría pero de verdad, verdad, ¿el sínodo sí está diciendo cosas importantes?
Creo que ustedes como grupo no son del talante periodístico amarillista; [buscando en el documento] si dijeron que van a ordenar a las mujeres, si dijeron que van a darle permiso a los sacerdotes con hogar de celebrar de alguna manera, de vivir el ministerio de otra manera.
No, no, eso no está diciendo. Pero lo que está dicho es somos una Iglesia de camino. Invitar a toda la Iglesia a que sigamos haciendo discernimiento, yo creo que es el insight de Francisco.
Con este signo vamos a seguir caminando.
¿Viene la implementación y la gente está diciendo, implementación de qué? Si no hay normas, si no hay reglas.
No; ahí, hay puertas abiertas. Es un panorama distinto, muy distinto.
![familias de sacerdotes en retiro espiritual](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/familias_de_sacerdotes_en_retiro_espiritual.jpg?hash=722193255689d3327a91f1c845cf2c2ec402adb9)
Resulta que lo que está haciendo Francisco como obispo de Roma, es que conversemos.
Ustedes aquí en Colombia, en Bogotá, tienen un grupito de sacerdotes que tienen familia. ¿Qué hacemos con ese grupo? ¿Qué es lo que quieren hacer?
Me reuní con ex jesuitas en Barranquilla y acabamos de formar un grupo de ex jesuitas. ¿Qué es lo primero que van a hacer? Un retiro. ¿Pero qué fue lo que salió de esa reunión? Es que ambos, la Compañía de Jesús, aman la espiritualidad ignaciana. Por haber salido de la Compañía no dejaron de ser personas unidas a Dios.
Qué bueno la presencia de sus hijos e hijas; jóvenes, que bonito que estén aquí, porque aquí lo que estamos haciendo es pensar, discernir. Por eso tenemos que orar, para que entendamos cuál puede ser nuestra misión.
![Rosario sinodal](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/Rosario_sinodal.jpg?hash=fbce04ff0e74a6e569cfb4c1b585d1654e88f8a5)
Los números 43 y 47 del Documento final
Dice el número 43 del Documento final del Sínodo, que “La sinodalidad es ante todo una disposición espiritual”. Entonces en el documento no vamos a encontrar reglas, donde haya que hacerlo así, de una determinada manera, porque lo manda Roma.
¿Cómo lo quieren hacer ustedes?
Sin ninguna duda debe venir con ese corazón henchido de fuerza, de pasión, diciendo aquí nos están abriendo puertas, ¿las abrimos o no las abrimos?
Nosotros podemos hacerlo, podemos pensarlo, nosotros podemos decidir con la ayuda, con el acompañamiento, sin perder la unidad, que es muy importante, es juntos, ¿qué es lo que queremos hacer?
Entonces, me decían todos los ex jesuitas, ¿cómo le ayudamos a la compañía de jesuita?
Bueno, pues yo les hice una propuesta.
Como director del Centro ignaciano de reflexión y espiritualidad, nos ocupamos de ejercicios espirituales, de discernimiento, de cursos de formación, de acompañamiento, de mostrar el camino hacia Dios a través de los Ejercicios y el discernimiento; es nuestro modo.
¿Qué pueden hacer los ex jesuitas?
Si todos se formaron en los ejercicios, pueden ser acompañantes espirituales. La mayoría, muchos de ellos se ordenaron en la compañía.
¿Qué más quiero? Que esas personas que tienen otras riquezas, de haberse metido al mundo, de volver al mundo. Nosotros a veces, como religiosos nos despegamos un poquito del mundo, pero ustedes están ahí, en el mundo. Ustedes además tienen la experiencia familiar muy interesante.
¿Pero quién debe formar a una pareja para el matrimonio? Pues ustedes, ustedes sí saben, porque ustedes tienen varios contenidos y varias riquezas que no tenemos nosotros.
Eso hay que creerlo de verdad.
Esto no lo digo porque les voy a hablar bonito para que se crean. No, yo creo que ustedes se lo creen y creo que la Iglesia con este sínodo se lo cree.
Ese es uno de los grandes frutos de este sínodo, y es que va creando una cultura y una disposición espiritual, que puede impregnar nuestra vida familiar, al discernimiento.
Como afirmó el papa Francisco en el discurso de apertura de la segunda sesión, el Espíritu Santo es un guía seguro y nuestra primera tarea es aprender a discernir su voz, porque él habla en todos y en todas las cosas.
Es lo que estamos haciendo hoy.
¿Pero qué es lo que exige una espiritualidad sinodal?
Una espiritualidad sinodal exige ascesis, humildad, paciencia y disponibilidad para perdonar y ser perdonado. Acoge con gratitud y humildad la variedad de dones y tareas destituidas del Espíritu Santo para el servicio del único Señor. Lo hace sin ambiciones, ni envidias, ni deseos de dominio o control, cultivando los mismos sentimientos de Cristo Jesús, que se despojó de sí mismo, asumiendo la condición de siervo.
![eucaristia presidida por el cardenal Rueda Aparicio](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/eucaristia_presidida_por_el_cardenal_Rueda_Aparicio.jpg?hash=6dd1d387ef2ed5180d37341324c2ed57eaa9d704)
Otro numeral que me llama mucho la atención es el número 47, refiriéndose a la Actitud sinodal.“Practicar con humildad el Estilo sinodal puede hacer de la iglesia una voz profética en el mundo de hoy”.
Estoy convencido, que tanto este grupo de ex jesuitas como ustedes tienen una función profética contracultural. Yo creo que la iglesia los está escuchando. Yo creo que ustedes se sienten apoyados, yo creo que ustedes sienten la oración también de quienes los acompañan en este proceso.
Pero yo creo que hay que llegar también a cosas concretas, o sea, todos juntos pensando, sintiendo las mociones del Espíritu frente a la tarea que tienen ustedes como familias ministeriales.
Vamos a tocar -más adelante- ese punto de la familia.
“La iglesia sinodal es como un estandarte alzado entre las naciones”, dijo Francisco por allá desde 17 de octubre de 2015 en su Discurso para la conmemoración del 50 aniversario de la constitución del Sínodo de los Obispos (número 47).
“Vivimos en una época marcada por el aumento de las desigualdades, la creciente desilusión con los modelos tradicionales de gobierno, el desencanto del funcionamiento de la democracia, las crecientes tendencias autocráticas y dictatoriales, el dominio del modelo de mercado sin tener en cuenta la vulnerabilidad de las personas y la creación y la tentación de resolver los conflictos por la fuerza en lugar del grado” (número 47). Una síntesis de esta realidad tan dura.
“Las prácticas auténticas de sinodalidad permiten a los cristianos desarrollar una cultura capaz de profetizar críticamente frente al pensamiento dominante y ofrecer así una contribución distintiva a la búsqueda de respuestas a muchos de los retos a los que se enfrentan las sociedades contemporáneas y a la construcción del bien común” (número 47).
Bien importante, bien importante lo que está diciendo el sínodo a propósito de cuál es nuestra realidad. ¿Cómo nos movemos en ella?
Exégesis de Juan 21, el Resucitado se manifiesta
![exegesis de Juan 21](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/exegesis_de_Juan_21.jpg?hash=9191bbb1ca445bb06e1f0c614b695b71e08b27b6)
Yo les propongo para esta primera meditación un texto: Juan 21. Porque el Documento final del sínodo de la sinodalidad está modelado y acompañado por ese texto.
Además, es común en los textos de Francisco no llenarlos de citas bíblicas. Uno cuando leía un documento de hace 20, 30, 40 años, en cada página había 14 citas. Pero, yo creo que nadie se detenía 14 veces en una parte, ¿no?
A Francisco no le gusta eso. ¿Qué hizo el Fratelli tutti?
Sencillo, cogió un texto en buen samaritano; no necesitamos más textos. Y es una bellísima exégesis que seguramente le ayudan a hacer al papa Francisco, obviamente sus asesores.
El texto de Juan 21, empieza con una cita de Juan 20.
20 y 21 es el envío, o sea, el texto del sínodo empieza con el encuentro con el resucitado, por ahí empieza.
Esta narración de Juan 21 es uno de los encuentros con el resucitado.
A mí no me gusta llamarlo la aparición, a mí me parece una mala traducción.
Digo mala traducción porque el texto en el capítulo 21 dice: “Μετὰ ταῦτα ἐφανέρωσεν φανερόω” “Después de estas cosas…, después de todo esto, se manifestó”.
Ahí no dice que se apareció, como no dice que se apareció en el texto de Pablo sobre la resurrección que es muy importante, 1 Corintios 15 “Hermanos y hermanas, les transmito lo que a mi vez yo recibí y fue esto que Cristo murió por nuestros pecados. “Κατά τὰς γραφάς” según las escrituras y que lo sepultaron y que Cristo, no dice Jesús de Nazaret, dice que Cristo, las traducciones dicen que se apareció, que se le apareció a Pedro, que se le apareció a Santiago y que se apareció…
Yo a todos los estudiantes en la universidad les digo corrijan la biblia, es decir, corrijan la traducción, no hay derecho.
Todavía tenemos mucho trabajo por hacer para ser coherentes.
Porque él no se apareció sino que se dejó ver: “καὶ ὅτι ὤφθη”, eso es muy distinto. Una cosa es que algo se me aparezca, otra cosa es que se deje ver.
¿Ignacio del Cardener que quería?
Nada, pero lo que experimentó transformó completamente su vida, fue otro, definió a uno de otro, porque lo que experimentó por dentro, lo que él oyó, lo que envió, es un modo muy cuántico de presentar las cosas.
Primera carta de Juan lo que hemos visto, lo que hemos oído, lo que hemos comprobado, eso es lo que contamos.
De hecho va a aparecer en el texto de Juan 21, no solamente esa expresión que vuelve a repetir al final: “Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó, no que se apareció, se manifestó a los discípulos después de haber resucitado de entre los muertos”.
Entonces nos preguntamos, ¿qué fue lo que pasó ahí?
El texto del sínodo entonces toma todo el capítulo 21 en sus cinco partes que son la primera parte El corazón de la sinodalidad, la segunda parte algo así como Juntos sobre la barca de Pedro, la tercera parte Echen las redes, la cuarta Una pesca abundante y la quinta También los envío a ustedes.
Este es el fondo, el telón de fondo, más bien la red de fondo del texto sobre la sinodalidad; movámonos al ritmo del encuentro con el resultado.
Leamos ese documento pero metiéndonos en el texto. Y por eso yo creo que leer el texto y orarlo vale la pena.
Así rapidito lo Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al martes y mediales y se manifestó de esta manera estaban juntos y ahí tenemos Simón Pedro, Tomás llamado Dídimo, Natanael de Canadá, de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.
¿Cuántos suman?
Pues siete.
¿Y por qué siete?
Pues porque siete es el número de la perfección y la totalidad.
Entonces están todos los discípulos ahí, incluidos nosotros, pongan cuidado a esto, incluidos los otros, porque después va a utilizar verbos en futuro.
En esta perspectiva, el discípulo Amado propiamente es el lector, y si uno no entra como discípulo Amado no entiende el evangelio de Juan, sencillamente el discípulo, aunque tenga asiento en una figura histórica que podemos llamar Juan, está en todo el evangelio como un personaje que sigue al lector y si yo lo veo lejos no estoy entendiendo, o sea, o lo meto dentro de mí al discípulo o no entiendo el texto.
Esa es la primera indicación para la meditación, métanse ahí en el discípulo Amado y miren lo que va a pasar.
Simón Pedro les dijo me voy a pescar.
Entonces dijeron nosotros también vamos contigo.
Listo, aquí hay un grupo de personas que sigue a un líder, a Pedro, yo me voy a pescar, esto ya se acabó, volvamos a pescar, lo que sabemos hacer, pescar.
Y ellos le dicen que sí, entraron a la barca y no pescaron nada.
Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa y viene la anotación del redactor, pero los discípulos no sabían que era Jesús;… pero cómo no lo iban a reconocer otro si anduvieron con él para arriba y para abajo, oyéndolo, peleando, diciéndole, cómo no lo iban a reconocer?
Aquí volvemos al asunto de “se manifestó”, “se dejó ver del discípulo”.
La expresión “después de esto” (del inicio del texto) significa: la totalidad del sentido, la totalidad de la vida de Jesús.
“¿Hijos, acaso tienen algún pescado?”
Bueno, esta traducción es mejor, “¿tienen algo de comer?”
Hay que ponerlo también en ese contexto, en la oración; para no ser ajeno al texto, incluso a San Ignacio no le gusta la gente que contempla las cosas de forma idealista.
Ejemplo, cuando nos ponen a contemplar el nacimiento, las figuras muy lindas todas traídas de Roma o de España, preciosas, eso todo es una limpieza impresionante que de establo no tiene nada.
Y San Ignacio es muy preciso cuando en las contemplaciones nos dice de manera real ver el lugar, composición viendo el lugar, oír lo que dicen, sentir lo que sienten, oler lo que huele, tocar lo que toca, gustar lo que gusta, eso es lo que dice, examinar, esa es la actitud de una contemplación, es lo que vamos a hacer esta mañana, contemplación, contemplación de esto.
Yo estoy, yo dije que soy el discípulo Amado yo soy el discípulo o la discípula, porque estoy en el corazón de Jesús, por eso soy amado.
A continuación, le dijeron que no tenían nada; de más que ya habían pescado algo, pero no.
Y él les dijo echen la red al lado derecho de la barca y hallarán peces.
Entonces la echaron y no podían sacarla por la gran cantidad de peces.
Entonces aquel discípulo que Jesús amaba, miren que es, es el Señor; dice en secreto, “es el Señor”.
Ese es el modo del encuentro, no diga nada.
¿Pues es que eso mismo le pasó a María Magdalena, se encontró con el jardinero, el sepulturero, dónde está?
¿Dónde lo pusieron?
Pero tranquila,… no, no, no estoy tranquila, se lo llevaron, no sé dónde está, no quiero ver.
Entonces de pronto le dice “María” y ella sorprendida dice “Ῥαββουνί” y se da vuelta. Se va; ya no lo necesita.
Como en el relato de los discípulos de Emaús de Lucas 24: “¿Tú no sabes lo que pasó?”
No, no sé qué pasó, pero hombre, a Jesús de Nazaret, un hombre bueno, que nos estaba enseñando cómo se vive bien y lo mataron…
Jesús empieza a hablar de las escrituras y se llenan de pasión y llegan a la casa y no, no te vayas, quédate con nosotros. Él parte el pan y lo reconocen. Entonces no es una aparición, es un encuentro resucitado.
Y por eso la disposición frente al sínodo de la sinodalidad tiene que ser esa, tiene que ser la de hombres y mujeres que se encuentran con el resucitado para que nos vayan diciendo lo que la iglesia dijo.
Gran gesto de Francisco: “Yo no voy a escribir una carta postsinodal; cómo para qué. El sínodo habló”. A lo que siguió un aplauso general.
Es decir, un papa que [reconoce] lo que en este momento el Espíritu les inspira, entonces entreguémoselo a toda la iglesia…
¿Puertas? muchas, muchas. Esa es otra de las grandes inteligencias de este documento. Les va a tocar a las iglesias locales, a los señores obispos y a los superiores de comunidades, [responder] ¿Qué vamos a hacer con esto?
Es un encuentro en profundidad.
[Continuando la lectura del texto de Juan 21] “Entonces, el discípulo a quien Jesús amaba, dijo “es el Señor”; son ustedes los que tienen que seguir creciendo; que ustedes digan: sí, ésto vale la pena; reunirnos, vale la pena; seguir pensando cómo le ayudamos a la iglesia ministerial.
Valen la pena, valen la pena.
Díganle a la iglesia, lo que ustedes quieren hacer como cristianos formados, como familias cristianas, que están viviendo la realidad y que quieren que muchas cosas también cambien.
“Oyendo Pedro que era el señor, se ciñó la ropa, estaba desnudo”. Y ahí hay otra imagen del estar desnudo al vestirse, se está vistiendo del resucitado y se lanzó al mar.
“Los otros discípulos vinieron con la barca porque no estaban lejos de tierra, sino a unos 200 codos, arrastrando la red llena de peces. Cuando bajaron a tierra vieron las brasas puestas, un pescado colocado sobre ellas” y pide Jesús que le traigan algunos de los peces que han pescado ahora.
Simón Pedro subió a la barca, sacó la red a tierra llena de peces grandes, 153 y aunque había tanto, la red no se rompió.
Y Jesús les dijo “vengan a comer”.
![les dijo Jesus venid a comer](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/les_dijo_Jesus_venid_a_comer.jpg?hash=7b29458baf5288d2c094d679e0f658df2e368393)
¿Y quién es la que dice eso en la casa todos los días? La mamá, bueno, el papá también, pero la mamá vengan a desayunar, vengan a comer. Está cumpliendo una función maternal, para sus hijos.
El resucitado asume otro rol y es que como iba a llegar al Padre, salió del Padre, llegó al mundo y volvía al Padre; se vuelve arquetipo después de haber sido mostrado como un prototipo de ser humano, se vuelve arquetipo.
“Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién eres tú, sabiendo que era el Señor”; si no veo el Resucitado, no pasa nada…
“Jesús vino, tomó el pan y se lo dio; y lo mismo hizo con el pescado. -Esto recuerda el Cenáculo-. Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó, no que apareció, después de haber resucitado de entre los muertos”.
Dos o tres indicaciones antes de que nos vayamos a orar:
Yo creo que la oración tiene que tener como este movimiento interior.
Sinodalidad es ésto: estamos juntos, vamos a hablar también, pero que Jesús nos hable. Dejémosle hablar a él; la invitación ahora, con ese texto, vamos a ir a la capilla o en los pasillos o en los jardines… y tratamos de entender, de escuchar, no digamos muchas cosas, digamos pocas.
El segundo capítulo que es “Juntos sobre la barca”, es la conversión de las relaciones que construye la comunidad cristiana y que dan forma a la visión de vocaciones, carismas y ministerios.
Ustedes tienen un carisma específico y tienen que llegar a un ministerio específico también porque esa es su vocación.
El tercer capítulo “Echen en las redes”, se trata de identificar esas prácticas, el discernimiento eclesial; eclesial no es lo que digo yo como jefe, sino lo que pensamos todos; los consensos, la toma de decisiones, cómo se toman las decisiones, eso es muy importante en un discernimiento y la transparencia, la responsabilidad y la evaluación.
En el capítulo cuarto, sobre “Una pesca abundante”, se trata de cultivar nuevas formas según los dones que tenemos, según los lazos que nos unen.
Y el quinto capítulo que es “el envío”, yo creo que el documento está pidiendo la formación de todos y todas en una sinodalidad que sea misionera.
Misionamos dónde y qué es lo que hacemos; dónde estamos dando el mensaje de la Buena nueva.
Porque el primer lugar de la sinodalidad es la familia, esto no lo puede negar nadie. Y yo creo que tenemos que proteger la familia, porque es ahí donde uno es catequizado.
Esta generación anterior, yo no sé, yo no sé, los 90 y seguramente que hay jóvenes distintos, pero la generalidad es que es una generación descatequizada.
Yo lo compruebo en la universidad, salvo algunos casos. Les puedo asegurar que en pregrado en teología, toca contarles todos los relatos del Antiguo Testamento. No los catequizaron, no les contaron eso. A nuestra generación todavía nos contaron y más a los que somos de pueblo.
A mí me parece, que por ahí ya hay puertas y luces frente al ministerio familiar y sacerdotal que tienen ustedes.
![orando juntos](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/orando_juntos.jpg?hash=73ca27e92f582f9ba611abe4d85ec059bdd0c9f1)
Detrás de la sinodalidad hay espiritualidad; y no digo que sea solamente una espiritualidad jesuita.
Cuando digo espiritualidad, no estoy diciendo religión. Cuando digo espiritualidad estoy hablando de la forma de existir que tenemos en el mundo; de cómo existimos y cómo nos manifestamos en el mundo. La espiritualidad es eso.
Hay eclesialidad porque nos sentimos iglesia, pero sobre todo hay un envío misionero. Y ojalá ustedes lleguen a cosas muy concretas, cada vez más.
Explorar otras formas de servicio y ministerio
Reunirse es muy bueno, hacer retiros es muy rico, encontrarse es bueno, festejar, eso lo tenemos que hacer, eso lo hacemos en la Iglesia.
Pero tienen que pensar en la misión que esta iglesia Sinodal les está regalando.
Un sínodo que ha escuchado a muchos y a muchas para un camino, aunque parezca una redundancia, porque sínodo es “caminar con”; un sínodo muy plural, con muchas voces para una Iglesia que quiere ser muy plural, con muchas voces, con la voz de todos y de todas.
Creo que este número los va a iluminar explorando otras formas de servicio y ministerio. Eso es lo que están haciendo ustedes, ¿no? Explorando otra forma de ministerio, que yo creo que se va a dar.
Y entonces para eso tenemos que ir a la oración personal y luego a la comunitaria.
Pedir el don del discernimiento es siempre estar abiertos a la voz de Dios y pedir el don de la caridad».
Segunda meditación
El Documento final, del sínodo de la Sinodalidad, le da mucha importancia a la familia y al rol que tiene, que tenemos todos en una familia, como padres, como madres, como hijos, como hermanos, como niños, como jóvenes, como adultos.
Continuando con la exégesis del texto de Juan 21,5 dice “muchachos, ¿tienen algo para comer?”, en realidad, el término griego que utiliza para referirse a sus discípulos es παιδία: niños; eso tiene un sentido, porque es el descubrimiento del Resucitado, y todavía se es niños en saber en qué consiste la resurrección. Al respecto, el autor español Andrés Torres Queiruga[2] en su libro “Repensar la Resurrección” habla de la resurrección como de “intensificación de la vida”.
![Andres Torres Queiruga](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/Andres_Torres_Queiruga.jpg?hash=89deeebe1c750791667bb10fba15b75c5497d1f3)
En qué consiste la resurrección.
¿Repensar la resurrección? Hace poco, pensando mucho en eso, meditando ese asunto, alguien me preguntó que si me hacía mucha falta mi mamá, que hace poco falleció. Una cosa curiosa es que antes, cuando vivía lejos y aún aquí en Colombia, nunca me ha puesto una misión cerca de mi familia. Pero ahora que murió mi mamá, viaja conmigo. A eso se refiere la “intensificación de la vida”.
Si la mirada es esa, si la mirada es otra, no está ahí, pero si la mirada es tan profunda que sea capaz de entender. Lo que la vida de Jesús nos enseña continuamente, yo creo que entendemos de otra manera también, la resurrección de Jesús.
Carismas, vocaciones y ministerios para la misión
Los bautizados:
El número 58, del Documento final del Sínodo, nos habla de cada bautizado y todos los que estamos aquí creo, fuimos bautizados. “Cada bautizado responde a las exigencias de la misión en el contexto donde vive y trabaja; desde sus propias inclinaciones y capacidades, manifestando así la libertad del Espíritu en la concesión de sus dones. Es gracias a este mismo dinamismo en el Espíritu, el pueblo de Dios, escuchando la realidad en la que vive, puede descubrir nuevos ámbitos de ministerialidad y nuevas formas para cumplir la propia misión”.
Escuchar. Esta mañana hablamos de éso, no ver y escuchar; descubrir. Señalo también ese verbo que está en Juan 21,6; la expresión es muy bella porque dice cuando le dice que sus niños vayan, y encontrarán: εὑρήσετε.
De ese verbo viene la famosa expresión Eureka es esa, esa es una forma del verbo ὁράω, que es uno de los verbos profundos del ver. Una cosa es que yo mire una cosa Βλέπω, otra cosa es que yo teorice algo, pero una cosa distinta es que yo ὁράω, o sea, vea profundamente, porque es lo que sucede con lo que les comentaba de San Ignacio: cuando hay una intuición espiritual, una moción espiritual, es lo que uno siente en la oración: Eureka, (lo encontré). Para que escuchando la realidad, no lejos de la realidad, seamos capaces de descubrir y nos comprometamos para una misión.
Finalmente, ¿para qué hacemos un discernimiento? Pues para actuar; y ustedes tienen, yo creo que tienen bastantes ideas de lo que ustedes pueden significar dentro de la Iglesia.
![rosario](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/rosario.jpg?hash=ee9dc523ae2f6d6db9a5623e8b22d588fbd9c9d4)
Los jóvenes:
Continua el número 58: “Los cristianos que, en distintas capacidades —en la familia y en otros estados de vida, en el lugar de trabajo y en las profesiones, en el compromiso cívico o político, social o ecológico, en el desarrollo de una cultura inspirada en el Evangelio como en la evangelización de la cultura del ambiente digital—, recorren los caminos del mundo y en sus ambientes de vida anuncian el Evangelio, están sostenidos por los dones del Espíritu”. Son los jóvenes los tienen que decir, ellos nacieron en esta realidad digital, nosotros nos metimos, pero ¿hasta dónde? ¿Hasta qué punto? ¿Cómo esperan que nosotros les anunciemos a través de los medios el mensaje?
Las familias:
Muy, muy interesante, y yo creo que se está haciendo, se está haciendo; sólo que necesitamos una capacidad de discernimiento tal, que seamos capaces de escoger lo bueno; de discernir lo bueno, y entre lo bueno, lo mejor; porque el discernimiento no es para discernir entre cosas buenas y malas. Entre cosas buenas, lo mejor.
¿Qué es lo mejor para ustedes? ¿Entre todas las cosas buenas que tienen, qué es lo que mejor le puede servir a la iglesia? Que ustedes se sientan misioneros, una familia misionera. Padres o madres e hijos o incluso familias, configuradas de otra manera, de otro tipo. ¿Dónde está el sentido del cristianismo en ese grupo humano para anunciar el Evangelio?
Yo los invito entonces a que esta conversación. Para las madres, para las esposas,
Las mujeres:
Para las mujeres: madres, hijas, esposas, hay un numeral muy, muy bello, que empieza diciendo: “En virtud del bautismo, hombres y mujeres gozan de igual dignidad en el cuerpo de Dios, las mujeres siguen encontrando obstáculos para obtener un reconocimiento más pleno de sus carismas, de su vocación y de su lugar en los diversos ámbitos de la vida de la Iglesia, en detrimento del servicio a la misión común” (número 60).
Creo que hay que detenerse sobre ese rol y ese papel de la mujer. El sínodo ha hablado muy claro sobre la mujer en la iglesia y sobre su misión en la Iglesia.
Los niños
El Sínodo habla sobre los niños y dice que “Dentro de la comunidad cristiana, hay que prestar una atención especial a los niños: no sólo tienen necesidad de ser acompañados en la aventura de crecer, sino que tienen mucho que aportar a la comunidad de los creyentes” (número 61)
No hay que olvidar ese texto, que cita el sínodo: “Cuando los apóstoles discuten entre ellos quién es el más grande, Jesús pone en el centro a un niño, presentándolo como criterio para entrar en el Reino (cf. Mc 9, 33-37)” (61).
Un respeto absoluto por el valor de la infancia como etapa de la vida en la que se crece, en la que uno es, digamos, formateado.
Ustedes tienen unos valores específicos y particulares comparados con todas las familias y eso es lo que hay que reconocer, comparados con cualquier familia. Ustedes no son cualquier familia.
Los jóvenes
Obviamente, los jóvenes también tienen su espacio en el sínodo. Ya ellos habían tenido también su reunión, ya el Papa les había hablado y los mismos jóvenes le dijeron una cantidad de cosas al Papa.
“Los jóvenes tienen también una contribución que aportar a la renovación sinodal de la Iglesia. Son particularmente sensibles a los valores de fraternidad y de compartir, al tiempo que rechazan las actitudes paternalistas o autoritarias. A veces su actitud hacia la Iglesia aparece como una crítica, pero a menudo adopta la forma positiva de un compromiso personal” (número 62).
Un compromiso social. Vemos a muchísimos jóvenes comprometidos con las causas reales de este este mundo, un poco al revés, un poco convulsionado y a nuestros jóvenes más convulsionados todavía.
Si hacemos la contemplación que nos propone Ignacio de la Trinidad, viendo desde arriba al planeta, lo vemos pasar y miramos a Gaza, y miramos a Israel, y miramos a Siria, y miramos a Ucrania, cómo es posible que el hombre haya llegado a esto. Es un despropósito humano y Francisco lo ha dicho de muchas maneras y no pierde ocasión para decir “toda guerra es un fracaso. Todo conflicto es un fracaso”.
Yo creo que “La petición de “caminar juntos en la vida cotidiana”, planteada por los jóvenes en el Sínodo a ellos dedicado en 2018, corresponde exactamente al horizonte de una Iglesia sinodal” (62). La Iglesia sinodal no puede ser lo que digan los obispos, esto queda claro después de este sínodo. Hablando es el pueblo de Dios, hablando los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, -los laicos- con voto, además. Este no fue un sínodo como los anteriores, de participantes sin voto. Esta vez, votaron todos. Yo creo que hace de mensaje algo muy serio.
![dialogo con el cardenal Rueda Aparicio](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/dialogo_con_el_cardenal_Rueda_Aparicio.jpg?hash=f1eaa9f815d3ba62e6b200d8f8795f6e1804fac3)
Los esposos cristianos
Por último, al sacramento del matrimonio se le asigna una misión particular que. A la edificación de la Iglesia y al compromiso en la sociedad. El sínodo entiende el matrimonio: “Entre las vocaciones con las que la Iglesia se enriquece, destaca la de los esposos. El Concilio Vaticano II enseñó que “tienen en su modo y estado, su carisma propio dentro del Pueblo de Dios” (LG 11). El sacramento del matrimonio confiere una misión particular que concierne al mismo tiempo a la vida de la familia, a la edificación de la Iglesia y al compromiso en la sociedad. (En particular, en los últimos años ha crecido la conciencia de que las familias son sujetos y no sólo destinatarios de la pastoral familiar. Por eso necesitan encontrarse y trabajar en red, también con la ayuda de las instituciones eclesiales dedicadas a la educación de niños y jóvenes) (número 64). El matrimonio es un regalo enorme para la Iglesia.
Propongo reflexionar sobre estos números del Documento final. Recuerden que “Al que no sabe para dónde va, cualquier tren le sirve”, entonces es bueno saber para dónde vamos.
![hacia donde vamos](https://www.religiondigital.org/2024/12/07/hacia_donde_vamos.jpg?hash=95f3abf06f87a70c63d36ca6ee7f120b3e792c67)
[1] Las 4 encíclicas de papa Francisco: Dilexit nos (24 de octubre de 2024); Fratelli tutti (3 de octubre de 2020); Laudato si' (24 de mayo de 2015); Lumen Fidei (29 de junio de 2013).
[2] https://www.youtube.com/watch?v=quhCrcBLga0