"La Iglesia se está configurando como un guetto" Iglesia Viva denuncia “la voluntad de la jerarquía eclesiástica de restablecer el integrismo católico”

(Jesús Bastante).- "Crisis grave y crucial en la Iglesia actual". Este es el crudo diagnóstico de la revista Iglesia Viva. En su editorial de su último número -"Crisis y Transformación Evangélica de la Iglesia"-, esta revista de vanguardia y pensamiento cristiano nacida al albur del Concilio Vaticano II, reclama una "amplia reforma" de la institución, que permita "superar su crisis de identidad y credibilidad", frente a "la voluntad de la jerarquía eclesiástica de restablecer el integrismo católico".

Tras el espacio abierto por el Concilio, Iglesia Viva surgió con la intención de que el aire penetrara en la Iglesia y la sociedad españolas envueltas en el nacionalcatolicismo, sufriendo el secuestro del régimen franquista primero, y las críticas de un sector eclesial, después y ahora. Entre sus fundadores se encuentran Fernando Sebastián o José María Setién, y en el actual consejo editorial figuran teólogos de la talla de Joaquín Perea, Adela Cortina, Andrés Torres Queiruga, Demetrio Velasco, Javier Vitoria, Jesús Conill, Joaquín García Roca, Rafael Díaz-Salazar y Teresa Forcades, entre otros.

En su número de este mes, que lleva bajo título monográfico "Contra restauracionismo, un nuevo aggiornamento", Iglesia Viva reclama una amplia reforma de la Iglesia que permita superar su crisis de identidad y credibilidad. Para el Consejo Editorial, el gran reto que hoy tiene la institución eclesial es contribuir a "la construcción de una universalidad humana inclusiva desde los últimos, los más pobres".

En opinión de Iglesia Viva, "la Iglesia está necesitada de continua reforma para ser signo de Dios y no intento de monopolizarlo", por lo que defiende "el principio de la eclesiología más tradicional de la ecclesia semper reformanda".

Los síntomas más evidentes de la crisis, en opinión del consejo, son: la desvinculación de la religión y la ética del monopolio de la Iglesia en una sociedad pluralista; la inadaptación de las fórmulas tradicionales de iniciación a la fe y de maduración de la vida cristiana en esta sociedad; y la mala relación que persiste entre la Iglesia y el mundo surgido de la modernidad.

El escrito denuncia la voluntad de la jerarquía eclesiástica de restablecer el integrismo católico, "reinterpretando el Concilio Vaticano II desde presupuestos pre-modernos", que se creían superados y advierten que por este camino la Iglesia se está configurando como un "gueto". El gran riesgo reside en que "su única razón de ser, la misión de anunciar el evangelio, no podrá verificarse por asfixia".

Para los responsables de la publicación, la respuesta a "los descubrimientos sobre abusos de menores por parte de eclesiásticos" si bien esta "recibiendo una firme réplica por parte del Papa y de un cierto número de miembros de la jerarquía eclesiástica actual", adolece de no presentar "un proyecto de cambios estructurales".

Aunque Iglesia Viva considera que muchas de las semillas plantadas por el Concilio han sido "fructíferas", cuando no han resultado "sofocadas", alerta del peligro de caer en "una cierta momificación" del mismo, por lo que propone recuperar "el espíritu que movió a toda una generación" para salir de la crisis sostenidos por "la esperanza crucificada".

La propuesta lanzada por la revista pasa por "generar y reproducir hoy vida comunitaria eclesial". "Hay que animar las experiencias de parroquias, movimientos apostólicos, congregaciones religiosas que siguen defendiendo los criterios de organización colegial y otras reformas surgidas tras el Vaticano II, sin preocuparse demasiado de normas y órdenes de la curia", afirma.

Finalmente, el editorial constata "la distancia creciente entre la institución y la base eclesial", que "exige profundizar en el tema de la comunión eclesial". Iglesia Vive defiende que "el poder en la Iglesia no debe ejercerse sin reparto, ni control" y que la mística que deber recorrer todas su estructura y configurar la vida de todos los creyentes ha de profundizar en la esperanza en medio de la desesperanza y en el amor a los pobres.

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