En los últimos cinco años se han quitado la vida 13 sacerdotes, 2 en lo que va de año Uno cada seis meses: alerta en la Iglesia de la India ante los suicidios de curas

“No eran hombres de fe débil. Son víctimas de un sistema que espiritualiza el sufrimiento en lugar de afrontarlo”, sostiene Singarayar al hablar de esos sacerdotes, con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, y que “dejan notas que describen graves problemas mentales y conflictos en su diócesis”
“Esta cultura dañina comienza en los seminarios, donde la evaluación psicológica es superficial y se evitan las conversaciones sobre salud mental”, afirma, por lo que asegura que “la Iglesia debe replantear fundamentalmente su visión de la vida sacerdotal” porque “ser sacerdote no debe ser un camino de sufrimiento silencioso”
“La Iglesia católica en la India se enfrenta a una crisis que apenas reconoce”. Así lo asegura John Singarayar, miembro de la Sociedad del Verbo Divino, en la Provincia de Mumbai, en UcaNews, al comentar la noticia que ha comenzado a alarmar a la Iglesia en ese país asiático referida al incremento en el número de suicidios de sacerdotes.
Así, solo en los últimos cinco años, los medios de comunicación han informado de al menos 13 sacerdotes católicos que se han quitado la vida, lo que supone una media de un sacerdote cada seis meses. En los primeros cinco meses de este 2025, dos sacerdotes ya se han suicidado, según la misma fuente.
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Ante esta grave constatación y ritmo alarmante, la pregunta es clara: ¿qué está pasando para que los curas no resistan y prefieran el suicidio? “Estas no son tragedias aisladas; sirven de advertencia sobre un sistema que exige perfección y ofrece poco apoyo”, señala el religioso, doctorado en Antropología.
“No eran hombres de fe débil. Son víctimas de un sistema que espiritualiza el sufrimiento en lugar de afrontarlo”, sostiene Singarayar al hablar de esos sacerdotes, con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, y que “dejan notas que describen graves problemas mentales y conflictos en su diócesis”.

“Sirven en parroquias con escasos recursos, a menudo solos, atendiendo a comunidades divididas por tensiones de castas y una profunda pobreza. A diferencia de generaciones anteriores, ya no inspiran respeto automáticamente. En cambio, se enfrentan a un escrutinio constante, a la disminución de vocaciones y a una creciente indiferencia hacia la Iglesia”, añade el religioso del Verbo Divino.
Cultura dañina "que empieza en los seminarios"
“Sin embargo, las expectativas siguen siendo las mismas. Se espera que los sacerdotes sean modelos de virtud, siempre disponibles y emocionalmente estables. Cuando enfrentan desafíos, se les dice que oren con más ahínco, ayunen más tiempo y confíen aún más”, prosigue el religioso, que lamenta que la ide de que puedan necesitar ayuda profesional “a menudo se considera una debilidad espiritual”.
“Esta cultura dañina comienza en los seminarios, donde la evaluación psicológica es superficial y se evitan las conversaciones sobre salud mental”, afirma, por lo que asegura que “la Iglesia debe replantear fundamentalmente su visión de la vida sacerdotal” porque “ser sacerdote no debe ser un camino de sufrimiento silencioso” e insta a que “la Iglesia en la India —las comunidades católicas— desmantele la cultura del perfeccionismo clerical y cree espacios donde las dificultades se afronten con apoyo en lugar de vergüenza”.
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