Todología (y Claves de la vida 55)
El mal existe pero no sin el bien,
como la sombra no sin la luz
(A.Musset)
La filosofía suele ser considerada como una todología, es decir, como un intento por comprender las partes o partidas de la realidad desde el todo o conjunto. El filósofo es un todólogo porque es un pensador global, que trata de obtener una visión no parcial sino coimplicativa del mundo, así pues tanto relacional como asuntiva de las realidades. Por eso intenta insertar en la conciencia colectiva la crítica política y cultural, económica y social, religiosa y artística en las deslabazadas formas de vida contemporánea. Pues todo lo que no se entiende se desentiende.
Y bien, en la política actual parece observarse cierto descentramiento por cuanto no se cultiva el centro o centramiento, la concentración, sino el extremo o extremismo, la dispersión, con los populismos a izquierda y derecha, echando de menos la mediación y el medio, que es el único remedio, en favor de una inmediatez ideológica. La mayor peligrosidad de nuestra política y sus políticos está en convertirse en ideología cotidiana al servicio de un poder vicioso, al servicio del gran mecano del mundo a modo de artificio técnico, en cuya maquinaria naufraga lo humano: su representante oficial sería hoy D.Trump.
En la economía la vieja derechona e izquierdona se trasforman en los de arriba y los de abajo respectivamente, tanto en sociedades capitalistas como anticapitalistas. Por lo demás, el capitalismo es hoy tanto de derechas (véase Estados Unidos) como de izquierdas (véase China), por lo que una especie de abstraccionismo impregna nuestras sociedades bajo la ley del dinero flotante y sonante, a la vez simbólico y real. Pero el simbolismo del capital es cuantitativo, funcional e instrumental, y no capital o fundacional, tal y como se ofrece como condensación del poder. El capital es el poder, el Capitol o Capitolio, y el poder es la potencia natural del hombre metalizada sobrenaturalmente.
A consecuencia de ello, el saber en nuestra sociedad deviene escleróticamente retórico, ya que corteja a una política económica y tecnológica, mas no ecológica. Ninguna extrañeza de que los dedicados al saber sean/seamos tantos y tan tontos, con perdón, puesto que no hemos sido capaces de comprender el mundo. Bueno, ni siquiera de fabricar un buen paraguas para parapetarnos de algo tan corriente como la lluvia, excepto si no moja. En este contexto los viejos nos hemos apoltronado y los jóvenes se han disipado, incapaces de hacer del Erasmus o Erasmo el patrón disidente y atrayente de una juventud despistada, reducido a folclore internacional.
Respecto a la religión y las religiones suelen mantener un tal grado de trascendencia e idealismo que a duras penas se las pueda implicar exitosamente en nuestra pobre vida humana, salvo segmentariamente, pues parecen ignorar nuestras atingencias y contingencias dogmáticamente. Parecen obviar la sexualidad y el placer, pero también el mal, el dolor y la muerte, o bien exorcizarlos apresuradamente con ritualismos y fórmulas formales. El músico H.Guarany hablaba de Dios como “un ser tan importante”, hasta el punto de que las religiones lo impostan hasta ponerlo en lugar del hombre. Las religiones tienen que abandonar su absolutismo y formar parte de los movimientos de emancipación y liberación del hombre sobre la tierra, antes de evadirse prematuramente al cielo, tradicional símbolo de su inmovilismo.Dostoiewski describió al Dios clasicote como el gran prohibidor, pero las iglesias deberían proyectar al auténtico Dios como el gran permisor o el amor pro-creador.
Comprobamos así que el todo está en precario, porque las partes son precarias y están partidas, por lo que la tarea humana en este mundo está en soldarlas solitaria y solidariamente. Lo cual no consiste en repetir cansinamente la partición del todo, sino en coimplicarlo proyectando sentido y asumiendo críticamente el sinsentido y el mal. Una auténtica cultura tanto global como local debe ser el intento interhumano por integrar la negatividad y el mal, lo cual no puede hacerse utópicamente sino eutópicamente, es decir humana y no sobrehumanamente.
Pues nada es el remedio definitivo de nada, ya que en este mundo lo definitivo no existe por definición o defunción, sino que lo uno es el remedo de lo otro y viceversa, en diálogo civil o democrático. Por eso decía el agudo moralista francés Joseph Joubert que la república es el remedio para la monarquía y viceversa, la monarquía para la república.
CLAVES DE LA EXISTENCIA 55
---La omnipotencia del Dios suele proyectar y amparar la omnipotencia de los clérigos fanáticos.
---No deberíamos denominar al Antiguo Testamento como palabra de Dios: sino como palabra del Dios (antiguotestamentario).
---El diablo es muy resistente, dice un empecinado exorcista: tal para cual.
---Santidad, majestad, excelencia, reverendo, ilustre, monseñor, magnífico: monsergas, jergas y jerarquías.
---La ortodoxia propugna el literalismo frente al simbolismo, lo patriarcal frente a lo femenino, la identidad frente a la diferencia.
---La verdad como semáforo estático: el sentido como brújula dinámica.
---El amor como sufrimiento voluptuoso: sufres por el otro de ti mismo.
---Por una hermenéutica liberadora del sentido: atrapado.
---La franqueza como franquicia y franquía: de libertad.
---Las insidias del mundo nos asedian: las asechanzas del mundo nos acechan.
---Está la identidad cultural vasca o catalana: y está la identidad cultural común o española.
---Era un tipo raro: de una rareza o rarura algo ruda.
---No le tenía ojeriza, le tenía orejiza: lo podía ver, pero no oír.
---Sálvese el que ya no pueda salvar a nadie.
---El episcopado español parece copado: por la Cope.
---Competir no para pedir: sino para compartir.
---La auténtica amistad es un lujo asiático.
---Alguien no entiende lo que escribo: y yo no entiendo lo que dice.
---Me entienden hasta los más tontos: pero no más.
---Envidiar (invidere): ver demasiado mucho o demasiado poco, ver excesivamente, ver sin oír.
---En la vejez cae la nieve sobre nuestras cabezas: y la escarcha sobre el corazón.
---Que el hombre se inmortaliza en la memoria de la humanidad parece una boutade: habida cuenta de que la humanidad es mortal de necesidad.
---Para ser más católico o universal convendría ser menos católico o catoliquero.
como la sombra no sin la luz
(A.Musset)
La filosofía suele ser considerada como una todología, es decir, como un intento por comprender las partes o partidas de la realidad desde el todo o conjunto. El filósofo es un todólogo porque es un pensador global, que trata de obtener una visión no parcial sino coimplicativa del mundo, así pues tanto relacional como asuntiva de las realidades. Por eso intenta insertar en la conciencia colectiva la crítica política y cultural, económica y social, religiosa y artística en las deslabazadas formas de vida contemporánea. Pues todo lo que no se entiende se desentiende.
Y bien, en la política actual parece observarse cierto descentramiento por cuanto no se cultiva el centro o centramiento, la concentración, sino el extremo o extremismo, la dispersión, con los populismos a izquierda y derecha, echando de menos la mediación y el medio, que es el único remedio, en favor de una inmediatez ideológica. La mayor peligrosidad de nuestra política y sus políticos está en convertirse en ideología cotidiana al servicio de un poder vicioso, al servicio del gran mecano del mundo a modo de artificio técnico, en cuya maquinaria naufraga lo humano: su representante oficial sería hoy D.Trump.
En la economía la vieja derechona e izquierdona se trasforman en los de arriba y los de abajo respectivamente, tanto en sociedades capitalistas como anticapitalistas. Por lo demás, el capitalismo es hoy tanto de derechas (véase Estados Unidos) como de izquierdas (véase China), por lo que una especie de abstraccionismo impregna nuestras sociedades bajo la ley del dinero flotante y sonante, a la vez simbólico y real. Pero el simbolismo del capital es cuantitativo, funcional e instrumental, y no capital o fundacional, tal y como se ofrece como condensación del poder. El capital es el poder, el Capitol o Capitolio, y el poder es la potencia natural del hombre metalizada sobrenaturalmente.
A consecuencia de ello, el saber en nuestra sociedad deviene escleróticamente retórico, ya que corteja a una política económica y tecnológica, mas no ecológica. Ninguna extrañeza de que los dedicados al saber sean/seamos tantos y tan tontos, con perdón, puesto que no hemos sido capaces de comprender el mundo. Bueno, ni siquiera de fabricar un buen paraguas para parapetarnos de algo tan corriente como la lluvia, excepto si no moja. En este contexto los viejos nos hemos apoltronado y los jóvenes se han disipado, incapaces de hacer del Erasmus o Erasmo el patrón disidente y atrayente de una juventud despistada, reducido a folclore internacional.
Respecto a la religión y las religiones suelen mantener un tal grado de trascendencia e idealismo que a duras penas se las pueda implicar exitosamente en nuestra pobre vida humana, salvo segmentariamente, pues parecen ignorar nuestras atingencias y contingencias dogmáticamente. Parecen obviar la sexualidad y el placer, pero también el mal, el dolor y la muerte, o bien exorcizarlos apresuradamente con ritualismos y fórmulas formales. El músico H.Guarany hablaba de Dios como “un ser tan importante”, hasta el punto de que las religiones lo impostan hasta ponerlo en lugar del hombre. Las religiones tienen que abandonar su absolutismo y formar parte de los movimientos de emancipación y liberación del hombre sobre la tierra, antes de evadirse prematuramente al cielo, tradicional símbolo de su inmovilismo.Dostoiewski describió al Dios clasicote como el gran prohibidor, pero las iglesias deberían proyectar al auténtico Dios como el gran permisor o el amor pro-creador.
Comprobamos así que el todo está en precario, porque las partes son precarias y están partidas, por lo que la tarea humana en este mundo está en soldarlas solitaria y solidariamente. Lo cual no consiste en repetir cansinamente la partición del todo, sino en coimplicarlo proyectando sentido y asumiendo críticamente el sinsentido y el mal. Una auténtica cultura tanto global como local debe ser el intento interhumano por integrar la negatividad y el mal, lo cual no puede hacerse utópicamente sino eutópicamente, es decir humana y no sobrehumanamente.
Pues nada es el remedio definitivo de nada, ya que en este mundo lo definitivo no existe por definición o defunción, sino que lo uno es el remedo de lo otro y viceversa, en diálogo civil o democrático. Por eso decía el agudo moralista francés Joseph Joubert que la república es el remedio para la monarquía y viceversa, la monarquía para la república.
CLAVES DE LA EXISTENCIA 55
---La omnipotencia del Dios suele proyectar y amparar la omnipotencia de los clérigos fanáticos.
---No deberíamos denominar al Antiguo Testamento como palabra de Dios: sino como palabra del Dios (antiguotestamentario).
---El diablo es muy resistente, dice un empecinado exorcista: tal para cual.
---Santidad, majestad, excelencia, reverendo, ilustre, monseñor, magnífico: monsergas, jergas y jerarquías.
---La ortodoxia propugna el literalismo frente al simbolismo, lo patriarcal frente a lo femenino, la identidad frente a la diferencia.
---La verdad como semáforo estático: el sentido como brújula dinámica.
---El amor como sufrimiento voluptuoso: sufres por el otro de ti mismo.
---Por una hermenéutica liberadora del sentido: atrapado.
---La franqueza como franquicia y franquía: de libertad.
---Las insidias del mundo nos asedian: las asechanzas del mundo nos acechan.
---Está la identidad cultural vasca o catalana: y está la identidad cultural común o española.
---Era un tipo raro: de una rareza o rarura algo ruda.
---No le tenía ojeriza, le tenía orejiza: lo podía ver, pero no oír.
---Sálvese el que ya no pueda salvar a nadie.
---El episcopado español parece copado: por la Cope.
---Competir no para pedir: sino para compartir.
---La auténtica amistad es un lujo asiático.
---Alguien no entiende lo que escribo: y yo no entiendo lo que dice.
---Me entienden hasta los más tontos: pero no más.
---Envidiar (invidere): ver demasiado mucho o demasiado poco, ver excesivamente, ver sin oír.
---En la vejez cae la nieve sobre nuestras cabezas: y la escarcha sobre el corazón.
---Que el hombre se inmortaliza en la memoria de la humanidad parece una boutade: habida cuenta de que la humanidad es mortal de necesidad.
---Para ser más católico o universal convendría ser menos católico o catoliquero.