La hipótesis de Dios y Dios como hipótesis.

[Continuamos escogiendo fragmentos de la obra de Dawkins "El espejismo de Dios" que nos sirven de elementos para hacer comentario].
Dios no pasa de ser una mera hipótesis. Dios y lo que "se sabe" de él es admisible sólo para puro objeto de demostración. No tiene otra consistencia para cualquier mente que piense. Una entidad formulada, pero necesitada de confirmación.
Como hipótesis nadie puede ser "a-teo" respecto a Dios, motivo y argumento para desterrar del lenguaje connotativo(la mala baba que destilan los creyentes al llamar a las personas normales así, como ofensa añadida)la nefanda palabra "ateo":
--¿Tú crees en Dios?
--Sí, desde luego: creo en un Dios hipótesis. ¿Qué características tenemos que demostrar?
Quizá sea un nuevo concepto de la fe: creo en un Dios creíble mientras dure dado que nadie puede negar una hipótesis.
Respecto a esas "probandas" características, tenemos muestras sobradas en el libro de cabecera, la Biblia. El Dios de los cristianos comienza a tomar forma en el AT. Es un Dios “huído” de Egipto en forma monoteísta –influjo del soberano Akhenaton--, rechazado una y otra vez por las tribus convecinas e incluso por los vagabundos hebreos, politeístas por ambiente, pero mantenido contra viento y marea por los mosaicos profetas. Algunos afirman que el Dios monosteísta de Moisés no era sino un "primus inter pares". Hipótesis también sugerente.
Es un Dios, asimismo, "tremendo". Concepto que lógicamente chocó con la historia que luego siguió, por simple evolución de las sociedades. Con razón en el NT prescindieron de él.
Hay citas suficientes en el AT para definir a Dios --definir es poner límites conceptuales-- como un dios celoso de sí mismo y orgulloso de serlo; de mente cerrada; injusto; severo y obsesionado por controlar a su pueblo; es vengativo; sediento de sangre; escrupuloso con la limpieza étnica; misógino, homófobo, racista; infanticida, genocida y filicida; propagador de pestes; megalomaníaco, sadomasoquista; caprichoso, matón...
Un chascarrillo histórico a este propósito. El hijo de Churchill no quería saber nada de Biblias ni lecturas religiosas... Preocupado, su padre les pidió a sus compañeros de armas que lo animasen e incitasen a leer la Biblia. Lo retaron a leer la Biblia en una noche. Conforme iba leyendo, no se hartaba de reír hasta que les espetó: “Apuesto a que Uds no sabían que esto estaba en la Biblia... ¡Dios mío! Este Dios ¿no es una mierda?. Th. Jefferson, que conocía más la Biblia afirmó: “El Dios cristiano es un ser de un carácter aterrador, cruel, vengativo, caprichoso e injusto”. Pero seguía siendo "dios".
En el lado opuesto, nada más edulcorado hasta llegar a lo vomitivo, que la imagen que han dado de Jesús los fieles del XVII al XIX, particularmente con el Corazón de Jesús. Jesusito de mi vida; dulce prenda mía; yo me derrito por ti; dulce y suave Jesús; Jesús de mi corazón; sintiendo tus caricias, sonría el corazón; ...
Pues ni lo uno ni lo otro. Ambos conceptos --también por evolución-- quedaron arrumbados. Hoy día, formulando la hipótesis sobre Dios al modo que lo hacen las ciencias, se podría enunciar así:
Existe una inteligencia sobrenatural, super humana que deliberadamente diseñó y creó el universo y todo lo que hay en él incluyendo al hombre.
Pues bien, tal definición que durante siglos han logrado insuflar en las mentes débiles de los adoctrinados cristianos como solemne afirmación de fe, es un engaño, una ilusión, una falsedad.
En su lugar o como contraposición, la ciencia, que crea conciencia de su propio valer, afirma :
Cualquier inteligencia creativa de suficiente complejidad para diseñar cualquier cosa, llega a existir sólo como producto final de un proceso complejo y sumamente extenso en el tiempo de evolución gradual.
Esa inteligencia creativa es el eslabón último en la evolución del universo y, por lo tanto, no es responsable de su diseño. Es un producto. Lo que apareció como eslabón último de la evolución, algunos quisieron y consguieron situarlo en el mismísimo inicio de la misma: Dios. Y así Dios se convirtió, como porvenir de una ilusión (título de Freud), en un elemento pernicioso introducido en el universo, una cuña en las ruedas evolutivas de la conciencia humana, conciencia también en permanente progreso.
No deja de ser paradójico para las mentes crédulas --que, por otra parte, parecen no darse cuenta de ello--, que esa “hipótesis de Dios” introducida en la evolución mental tiene infinidad de manifestaciones, tantas como tradiciones locales o revelaciones privadas.
Una “hipótesis” en permanete estado de formulación. Curioso, una “hipótesis de Dios” evolutiva, imposible de concretar o de fijar, válida para una época y lugar determinado, lo cual, como verdad, es un contrasentido: animismos tribales, politeísmos, concepciones griegas y romanas, monoteísmos judío, cristiano e islámico...
¡Pero al menos esta multifacética manifestación de dios --lo han llamado "el héroe de las mil caras"-- ¿no les da que pensar a los que lo dan por supuesto?!