¿Qué responderá el Papa?

El día 10 de mayo el Papa se va reunir con las superioras generales de las órdenes religiosas femeninas, 800 mujeres que representan a más de 450.000 monjas en 13 lenguajes oficiales distintos. Sus reuniones se celebran cada tres años y en esta ocasión su lema es “Sembradoras de esperanza profética”. Este colectivo ha conseguido mucha fuerza pues hoy participan, aunque en menor manera que los varones religiosos, como oyentes en muchos sínodos. Las 10 religiosas de su junta ejecutiva fueron invitadas al sínodo que trató sobre los abusos sexuales del clero aunque sólo tres asistieron en 2018 al sínodo de la juventud. Parece que su número va en aumento lo que es una buena señal pues se empieza a tener en cuenta a las religiosas, las monjitas, que hay que reconocer que sostienen a la Iglesia en casi todos los países

            Todas están expectantes sobre el tema del diaconado para las mujeres que habían pedido al Papa, en la reunión anterior, que lo tuviera en consideración y éste respondió que nombraría una comisión para que estudiara el tema. La verdad es que en países de misión hacen esta labor aunque sin tarjeta de visita que las respalde. Sabemos que los expertos elegidos ya han mandado su decisión que ha quedado guardada en un cajón pero Francisco no tendrá más remedio que referirse al tema. Se ha filtrado que la mayoría es partidaria de nombrar a mujeres diáconos pero la última palabra la tiene el pontífice y puede que, como con la Humanae Vitae, tome la decisión contraria a la que ha decidido la comisión

            Soy mujer y pienso que un Papa que viene de un continente más machista que el nuestro en su fuero interno no será partidario y además comprende que se organizará una batalla casi cruenta dentro la Iglesia ¿Quién ha pensado que las mujeres puedan subir al altar? Pocas personas, pero el feminismo, en este caso representado por las religiosas, tiene mucha fuerza y las iglesias protestantes que se basan mucho en la Biblia han apostado a favor. Muchas mujeres, como hicieran antaño con la encíclica, si no se respondiera positivamente, mostrarán su repulsa abandonando los templos. La suerte está echada, Francisco tendrá que decidir entre los pros y los contras y el día 10 se aclarará el resultado

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