Alternativa cristiana

Domingo de Ramos  

Evangelio  Lc 19,18-40    .

En aquel tiempo, Jesús echó a andar delante, subiendo hacia Jerusalén Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos, diciéndoles:

«Id a la aldea de enfrente; al entrar, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta: "¿Por qué lo desatáis?", contestadle: "El Señor lo necesita"».

Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el borrico, los dueños les preguntaron: «¿Por qué desatáis el borrico?».

Ellos contestaron:

«El Señor lo necesita».

Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos y le ayudaron a montar.

Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos.

Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la masa de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto, diciendo:

«¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto».

Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos».

El replicó:

«Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras»

Para meditar:

1. Con sus parábolas y sobre todo con conducta Jesús transmitió una buena noticia: Dios es Presencia de amor en que todos existimos  y respiramos. Luego todos estamos siendo amados, tenemos la misma dignidad; debemos vivir como hermanos.

2. La gente sencilla entendió y se alegró con esa buena noticia. Se abría un camino nuevo para construir un mundo habitable donde todos podamos vivir como personas. Aceptándonos, compartiendo como amigos.  La gente de buen corazón entendió esa buena noticia y siguió a Jesús.

        Pero en aquella sociedad judía otros instalados con sus posesiones y se creían ser más que los otros, miraban a los demás por encima y despreciaban a los pobres. Para encubrir su codicia ofrecían sacrificios de animales en el templo de Jerusalén  y así aparentaban  ser buenos e intachables.

3. Esas dos posiciones se dan hoy día y son presentadas en el domingo de ramos como entrada para celebrar la semana. Primero escenificamos en la procesión de ramos, la alegría de la gente de buen corazón que aclama a Jesús como el liberador que llega a Jerusalén. Pero en seguida salen los potentados que se ven amenazados en sus privilegios y rechazan la propuesta de Jesús. Quieren silenciar a los que le aclaman, y traman cómo eliminarlo. Por eso leemos el relato de la condena y muerte de Jesús.

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