Webinar de la REPAM muestra “Experiencias de lucha contra el Covid-19 desde la medicina tradicional en la Amazonía” “Gracias a las plantas medicinales hemos salvado muchas vidas”, afirman los indígenas de la Amazonía

Medicina tradicional en tiempos de Covid
Medicina tradicional en tiempos de Covid

“Abrir nuestra mente a la relación con la naturaleza, al cuidado de las plantas, a la relación de los seres humanos, conectados con la naturaleza en general”, teniendo como base “el principio de correspondencia y de reciprocidad”

“Cuando vimos que no había respuesta desde la medicina occidental, comenzamos a usar los remedios tradicionales

"Valor de lo que tienen en sus bosques, en las semillas y plantas, que han empezado a revalorar, también en el campo de la seguridad alimentar”

La falta de políticas públicas, especialmente en la Amazonía, se está convirtiendo en algo común. En vista de esto, existen asociaciones de organizaciones de diferentes banderas que se constituyen en pequeñas islas de resistencia.

Webinar de la REPAM

La pandemia del Covid-19 ha atacado con fuerza a la región panamazónica, donde según datos oficiales, recogidos por la REPAM, ya hay más de 1,5 millones de contagios y las muertes llegan a casi 37 mil. En esa coyuntura, la medicina tradicional ha tenido una importancia decisiva, especialmente entre los pueblos indígenas.

Lo vivido en los últimos meses y el papel de la medicina tradicional, ha puesto de manifiesto la importancia del “rescate de los saberes ancestrales que están en la Amazonía”, según Francis Andrade. Desde su trabajo en el eje de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica, Andrade insistía en la necesidad de “abrir nuestra mente a la relación con la naturaleza, al cuidado de las plantas, a la relación de los seres humanos, conectados con la naturaleza en general”, teniendo como base “el principio de correspondencia y de reciprocidad”.

Sus palabras fueron pronunciadas en un webinar organizado por la REPAM para presentar “Experiencias de lucha contra el Covid-19 desde la medicina tradicional en la Amazonía”. De las muchas prácticas desarrolladas en todos los rincones de la Amazonía a lo largo de los últimos meses, fueron presentadas las llevadas a cabo en Leticia, Amazonía colombiana, Madre de Dios, Perú, y el Instituto Padre Ezequiel Ramin, en Ji-Paraná, Brasil

Como relataba Betty Souza, auxiliar de enfermería que trabaja en Leticia, Colombia, “cuando vimos que no había respuesta desde la medicina occidental, comenzamos a usar los remedios tradicionales”. De hecho, ella afirma que “la salud que nos brinda el estado colombiano es muy precaria”, algo que se incrementa en los lugares más aislados, donde llegar es muy difícil, lo que aumenta la carencia de medicamentos básicos. Betty, que pertenece al pueblo tikuna, dice haber sentido en su trabajo la inspiración de su padre ya fallecido. Ella afirmaba haber experimentado la fuerza espiritual de alguien que era un hierbatero, “él me ha acompañado, me ha transmitido su conocimiento en este tiempo de pandemia”.

Betty Souza

Según la auxiliar de enfermería, a pesar de que también era usados remedios de la medicina occidental, a los que ella reconoce su valor, “cuando vimos que la gente iba al hospital y se moría, comenzamos a usar plantas amargas y antiinflamatorias, muchos cítricos, como limón y ajo, y cosas calientes”. La eficacia de la medicina tradicional fue muy elevada, de hecho, ella afirma que “gracias a las plantas medicinales hemos salvado muchas vidas”. De hecho, aunque los datos oficiales recogen un número mucho menor, en su mayoría, la población indígena, compuesta por unas 37.800, han sido contagiados, curándose con las plantas, a las que “hay que darles mucho valor”. Por eso insiste en que “aunque ya las teníamos olvidadas, nos hemos dado cuenta de la necesidad de rescatarlas”.

En región de Madre de Dios, Amazonía peruana, hay 38 comunidades nativas de 8 pueblos diferentes. Según Laura Ramírez Chávez, “muchas de las comunidades no sabían cómo actuar y el estado tampoco lo hizo en su debido momento”. Como sucede en los diferentes países, en la región de Madre de Dios hay poca implementación del sistema de salud en las comunidades nativas, pocas postas médicas y pocos técnicos. Ante esa situación y la falta de información, las comunidades optaron por el cierre de las comunidades, salvo emergencias por cuestiones de salud. Ante la poca respuesta del estado al pedido de ayuda, las comunidades optaron por prevenir, haciendo uso de la sabiduría ancestral, reconocer las propiedades de las plantas, preparando remedios de diferentes formas para poder salir de ese cuadro difícil, afirma la agente de Caritas Madre de Dios.

El desabastecimiento y la elevación de precios de los medicamentos occidentales hizo que las comunidades optasen por lo que tenían a mano, explicaba Laura, insistiendo en que recurrieron a sus recursos, “reconociendo el valor de lo que tienen en sus bosques, en las semillas y plantas, que han empezado a revalorar, también en el campo de la seguridad alimentar”. De hecho, ella afirma que en las comunidades el Covid no ha sido solo un problema de salud, también ha afectado a la educación, a la economía, comunidades desabastecidas y que no podían vender sus productos fuera. Han descubierto la necesidad de producir para la subsistencia.

Medicina tradicional

La necesidad de asumir el Buen Vivir es algo que ha crecido en este tiempo de pandemia, aumentando el cuidado mutuo y la convivencia en comunidad. Un fenómeno que se ha dado en la región es que mucha gente de la ciudad regresó a las comunidades. En esta vida comunitaria han tenido un papel fundamental las mujeres, cuyos testimonios fueron presentados en un video, que han logrado un mayor empoderamiento, consecuencia de la busca del bienestar de su familia. La agente de Caritas destaca la importancia de una alimentación sana para enfrentar la enfermedad, del respeto a los bosques como prevención ante las pandemias, de las medicinas del bosque, pues la medicina ancestral ha jugado un papel importante, también en la gente de la ciudad. Otro elemento importante es la necesidad de transferir el conocimiento a los más pequeños. Que las instituciones generen espacios para revalorar los conocimientos y transmitirlos a los niños, adolescentes y jóvenes.

La realidad brasileña no es diferente, la falta de políticas públicas, especialmente en la Amazonía, se está convirtiendo en algo común. En vista de esto, diferentes proyectos, asociaciones, pastorales sociales se están organizando. En Ji-Paraná, en el estado de Rondônia, funciona la Red Terra Sem Males, de la que forma parte el Instituto Padre Ezequiel Ramin - IPER. Según Francisco de Assis Costa, son herramientas de resistencia, asociaciones de organizaciones de diferentes banderas que se constituyen en pequeñas islas de resistencia.

En el IPER, según Francisco de Assis Costa, técnico agrícola y biólogo, se desarrollan proyectos de Salud Integral Comunitaria Popular, realizando cursos de profundización y promoviendo la siembra de hierbas medicinales y el uso de la homeopatía, aplicada en la agricultura y en la crianza de gallinas. En diferentes comunidades se recogen y preparan hierbas medicinales, promoviendo el intercambio de experiencias. Junto con esto, destaca la realización de trabajos comunitarios de recuperación de manantiales, la plantación de árboles frutales, hierbas medicinales y esencias de la Amazonía. Al mismo tiempo, se están desarrollando proyectos para reducir la deforestación e implantar la energía solar. La producción se vende en ferias agroecológicas, pero también sirve para ayudar a la población necesitada con canastas de alimentos.

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