La grandeza de Dios

Avión
Las historias que nos cuentan, en muchas ocasiones, reflejan perfectamente algún pasaje de nuestra vida o alguna forma de enfocar el mundo en la que tal vez no habíamos caído en cuenta. El otro día escuchaba un cuento, muy sabio, por cierto, que explica cuán grande es Dios.

Cuenta la historia que un día un niño le preguntó a su papá cómo era de grande Dios. El padre le mostró un avión que pasaba por el cielo y le preguntó que cómo veía ese avión, el niño le contestó que era pequeñito. Acto seguido el padre lo llevó al aeropuerto y le enseñó un avión desde una distancia cercana. Entonces le volvió a preguntar por el tamaño y el niño respondió que ¡era enorme!

Dicha historia es para explicar que en muchos momentos de nuestra vida la cercanía con Dios depende de cómo estamos nosotros situados. Si nos sabemos cercanos lo veremos a nuestro lado, grande, pero si, por el contrario, experimentamos la lejanía, Dios estará lejos de nosotros porque Dios no obliga, Dios espera y confía en cada uno de nosotros. Lo importante en esta historia es que Dios, siempre permanece y está en el mismo lugar, está cerca… Dios llama a la puerta, a nuestra vida, pero somos nosotros los que hemos de situarnos cerca de Él para experimentar su amor, su ternura y la seguridad del hijo con su padre.Texto: Hna. Conchi García.
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