El Papa responde a la denuncia de una periodista italiana Francisco, ante la crisis en la cárcel de Casal del Marmo: "Haré todo lo que pueda"
A la periodista Gaia Tortora, que había denunciado la falta de «humanidad» en el instituto penitenciario de menores de Roma, el Papa respondió asegurando un compromiso personal. Palabras que reafirman su constante atención al mundo penitenciario, como demostró al inicio del Jubileo con la apertura de la Puerta Santa en Rebibbia
Un lugar muy querido por el Papa, donde dos veces, con diez años de diferencia, en 2013 y 2023, celebró la misa in Coena Domini el Jueves Santo, con el gesto de lavar los pies a los jóvenes reclusos
El lavatorio de los pies en Casal del Marmo
«Rezo y haré todo lo que pueda», fue la promesa de Francisco a la subdirectora del noticiero "Tg La7", que en su post había hablado de “falta de higiene” y de “habitaciones caldeadas”, así como de “suciedad” generalizada en las instalaciones de Casal del Marmo. Un lugar muy querido por el Papa, donde dos veces, con diez años de diferencia, en 2013 y 2023, celebró la misa in Coena Domini el Jueves Santo, con el gesto de lavar los pies a los jóvenes reclusos.
Condivido e rendo pubblica la risposta di Papa Francesco alla mia lettera sull emergenza Ipm Casal del Marmo.@Pontifex_it Grazie. pic.twitter.com/eP0V04K692
— Gaia Tortora🐦 (@gaiatortora) December 27, 2024
«Cada uno de nosotros puede resbalar, cada uno de nosotros. Y esta conciencia, esta certeza de que cada uno de nosotros puede resbalar es lo que nos da la dignidad -escuchen la palabra- la 'dignidad' de ser pecadores», había dicho Francisco en su homilía pronunciada totalmente de improviso.
La apertura de la Puerta Santa en Rebibbia
La carta del Papa se inscribe en un camino constante de atención al mundo de las cárceles y de los presos. La apertura, este jueves 26 de diciembre, por primera vez en la historia, de una Puerta Santa del Jubileo no en una Basílica sino en el interior de un centro penitenciario, el de Rebibbia, tuvo lugar hace apenas unas horas. «No pierdan la esperanza. Este es el mensaje que quiero darles», dijo el Papa en su homilía a los presentes.
Los llamamientos de Francisco se han traducido en medidas concretas. Un ejemplo también reciente es su invitación durante el Ángelus de la Inmaculada, el 8 de diciembre, a «rezar por los presos de Estados Unidos que están en el corredor de la muerte para que se les conmute la pena». Pocos días después, el 23 de diciembre, la Casa Blanca anunció el indulto de treinta y siete hombres y mujeres condenados a muerte.
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