Más de 400.000 personas han sido ya expulsadas desde enero Las iglesias cristianas le pierden el miedo a Trump y plantan cara a sus deportaciones masivas

Migrantes deportados de Estados Unidos
Migrantes deportados de Estados Unidos TWH/EFE

Tras el schok inicial que dejó un tanto paralizada a la comunidad católica de los Estados Unidos, con su Conferencia Episcopal al frente –salvo algunas muy meritorias excepciones–, la Iglesia comienza a reaccionar, con su voz y sus gestos, a la delirante política antimigratoria del presidente Donald Trump, que ha prometido deportar a unos 11 millones de personas que se encuentran en el país de manera ilegal, la mayoría de ellos, cristianos de distintas confesiones

Para este cambio de postura han sido fundamentales las reciente palabras de advertencia del propio papa León XIV, quien, al abordar el significado del término “provida”, tan querido por el universo MAGA, señaló que “alguien que dice: 'Estoy en contra del aborto, pero estoy de acuerdo con el trato inhumano a los inmigrantes en Estados Unidos', no sé si es provida”

Tras el schok inicial que dejó un tanto paralizada a la comunidad católica de los Estados Unidos, con su Conferencia Episcopal al frente –salvo algunas muy meritorias excepciones–, la Iglesia comienza a reaccionar, con su voz y sus gestos, a la delirante política antimigratoria del presidente Donald Trump, que ha prometido deportar a unos 11 millones de personas que se encuentran en el país de manera ilegal, la mayoría de ellos, cristianos de distintas confesiones.

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Para este cambio de postura han sido fundamentales las reciente palabras de advertencia del propio papa León XIV –él mismo ciudadano estadounidense–, quien, al abordar el significado del término “provida”, tan querido por el universo MAGA del Partido Republicano que llevó por segunda vez a Trump a la Casa Blanca tras las elecciones del pasado mes de noviembre, afirmó que alguien que dice “'estoy en contra del aborto pero a favor de la pena de muerte' no es realmente provida”. “Alguien que dice: 'Estoy en contra del aborto, pero estoy de acuerdo con el trato inhumano a los inmigrantes en Estados Unidos', no sé si es provida”, añadió.

Junto al Papa, ya otros obispos se habían pronunciado inequívocamente contra la política de deportaciones masivas, que ha llevado el temor a la comunidad inmigrante, entre ellos, el cardenal arzobispo de Washington Robert McElroy, quien a finales de septiembre denunció que en su archidiócesis –considerada por algunos como campo de pruebas para la política migratoria de Trump– “muchas personas de profunda fe" han sido detenidas y deportadas, por lo que, enfatizó, “como ciudadanos, no podemos permanecer en silencio ante la profunda injusticia que se perpetra en nuestro nombre”, según informa Katholisch.

McElroy
McElroy Mihoko Owada

Por eso, organizaciones de las distintas iglesias en los Estados Unidos han comenzado a criticar de manera más contundente estas deportaciones que, hasta la fecha, han expulsado del país a más de 400.000 personas, la mayoría de las cuales, en contra de las cifras que arroja la Administración Trump, no son delincuentes.

Una población amedrentada

Así, desde el pasado mes de enero, cuando Trump asumió su segundo mandato, el temor de la comunidad migrante a los agente del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), “ha aumentado notablemente entre la población”, según declaró el director ejecutivo de CARECEN (Centro de Recursos para Centroamérica), Abel Núñez, y los padres ya no llevan a sus hijos a la escuela por temor a ser detenidos en el camino, muchos apenas salen de casa por miedo y ni siquiera las iglesias son lugares seguros, víctimas de una política del miedo con detenciones arbitrarias que ha sorprendido por s dureza a muchos estadounidenses blancos.

De hecho, estas medidas han llevado inclusión a una cierta división entre el cristianismo evangélico blanco en Estados Unidos, que, aunque parece mantenerse mayoritariamente del lado de Trump, ha visto como en las últimas semanas se producían grietas hasta el punto de que, según la misma fuente, la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur, la iglesia protestante más grande de Estados Unidos, “se retiró de la Mesa Evangélica de Inmigración, un grupo a favor de la reforma migratoria, en septiembre”.

León XIV y Trump
León XIV y Trump

La razón principal para este paso era que estimaba que “su labor había generado controversia y, según la comisión, no beneficiaba a las congregaciones”, por lo que a partir de ahora esta Comisión operará de forma independiente en asuntos migratorios, asegura Katholisch.

"Profundos efectos en el cristianismo"

En esta misma línea, el presidente de la Asociación Nacional de Evangélicos, Walter Kim, advirtió recientemente de que las deportaciones podrían tener “profundos efectos” en el cristianismo estadounidense, dado que en casi todas las iglesias evangélicas, “una parte significativa del crecimiento proviene de los inmigrantes y sus familias” y ya han notado que “en muchas congregaciones menos personas asisten a los servicios religiosos por temor a la deportación”.

Mientras tanto, por todo el país se multiplican actos de acompañamiento de cristianos de distintas confesiones a migrantes en sus visitas a los juzgados. Por ejemplo, en septiembre, cientos de personas se congregaron en el juzgado de Burlington, Vermont, para apoyar a Blanca Martínez, una hondureña que lleva años luchando por obtener asilo. La obispa episcopal anglicana Julia Whitworth participó en ese acto y declaró “nuestra humanidad se revela en cómo tratamos a los más vulnerables”.

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