Talita Cumi, por primera vez en España, un retiro diferente para jóvenes con preguntas

A la Iglesia le preocupan los jóvenes y necesita tomarse muy en serio la misión de “acercar a los jóvenes a Dios, y Dios a los jóvenes”. El reciente Sínodo ha abordado esta cuestión, pero desde siempre la Iglesia ha ido ensayando fórmulas y propuestas que se adapten a los tiempos y a las culturas de la juventud de cada época: Los campamentos, los movimientos juveniles y de Tiempo Libre, las asociaciones juveniles parroquiales o escolares, … y una fórmula que, adaptándose a las generaciones ha permanecido como fórmula magistral, los retiros y los ejercicios espirituales. Una de esas apuestas es Talita Cumi, tomado del pasaje en el que Jesús resucita a la hija de Jairo. “joven, a ti te hablo, levántate”.
Esta es una de las ofertas que la Diócesis de Vitoria, desde su delegación de Pastoral con Jóvenes y Pastoral Universitaria han decidido probar y ofrecer a los jóvenes de esta diócesis. De hecho, Vitoria es la primera Diócesis española que acoge esta fórmula del Talita Cumi.

El retiro estará acompañado por miembros de la Comunidad Alianza de Misericordia. Este movimiento nació en Italia en 1999 con una clara vocación evangelizadora de la juventud. Danilo Rasera es uno de los cuatro misioneros de esta comunidad que viajarán a Vitoria. Danilo ingresó tras un retiro de Talita Cumi. Posteriormente descubrió su vocación al sacerdocio y tras sus estudios de Teología en Lisboa está esperando su ordenación sacerdotal. Danilo da cuenta de su experiencia en esta entrevista.



¿Un retiro de Talita Cumi cambió tu vida? ¿Cómo y Por qué?

Si. Considero que el retiro Talita Cumi causó un giro en mi vida. Es interesante porque desde pequeño mis padres me llevaban a la iglesia, hice catequesis, primera comunión y confirmación, pero aun así, todo era muy teórico y parecía más una obligación. Hoy yo entiendo que a pesar de que ya creía en Dios, yo todavía no lo había conocido de verdad. Hasta que con 17 años mi hermana me invitó a participar de un retiro de jóvenes, llamado Talita Cumi. Al principio no quería ir, me resistí bastante, pero en el fondo yo sentía que lo necesitaba, porque estaba viviendo varios conflictos personales y afectivos, hace tiempo traía una tristeza en el corazón y no sabía qué rumbo tomar en mi vida. Después de tanta insistencia de mi hermana, yo decidí ir. No tenía idea de lo que me esperaba, pensaba que sería algo aburrido y repetitivo. Sin embargo, aquel fin de semana me sorprendió mucho, me sentí muy amado por Dios, y sentía mi corazón libre y lleno de alegría, como nunca lo había sentido.

¿El giro en tu vida fue podemos decir radical?

Sin duda. A partir de aquel momento mi relación conmigo mismo, con mi familia y también con Dios cambio mucho. Me sentía realmente una persona diferente, una persona mejor, más valiosa. Yo quería que aquello continuase, quería conocer más a Dios y había entendido que Él tenía algo bueno para mí. Fue entonces cuando por primera vez en la vida yo dije: “Jesús quiero hacer tu voluntad”.

¿Qué interés puede tener hoy Dios para un joven?
La juventud es una fase caracterizada por la búsqueda de respuestas. El joven es alguien capaz de cuestionar todo, hasta encontrar aquello en que creer y comprometerse. De este modo, Dios posee un papel insustituible, pues Él, es el único capaz de revelarnos el sentido verdadero de aquello que somos y de nuestra propia vida. Solamente un joven que se abre al misterio de Dios, es capaz de lidiar consigo mismo, de cierta forma y también con los otros, sobre todo con la propia familia, que es el fundamento de aquello que somos.

La idea de que Dios no existe, que es un invento amasado a lo largo de la historia del hombre para influir sobre los demás y tener poder tiene aceptación en nuestra sociedad, pero muchas personas también afirmamos tener experiencia de Dios, y que eso es bueno para nosotros. Pero cómo transmitir esa experiencia.

Creo que el esfuerzo de explicar a “Dios” a los jóvenes, de manera intelectual, nunca será suficiente, pues Dios no es un concepto, es una persona que tiene un rostro, un nombre, un corazón. Es necesario, llevar a los jóvenes a un encuentro personal con Jesús vivo, con su amor, y para eso es necesario innovar, ser creativo, romper con las formas clásicas de evangelización y sobre todo, abrirse a la acción del Espíritu Santo, aquel que nos hace conocer a Jesús de forma intima y nos revela cuanto somos nosotros amados por Dios.

Dios quizá pueda ser una idea amable para el joven, pero la Iglesia, y con la que está cayendo últimamente lo tiene difícil. Pero también sigue habiendo gente que apostamos por seguir viviendo la vida y la fe ligados a esta Iglesia. Cómo poder invitar a los jóvenes a que se sumen.
Hay una actitud que ciertamente siempre atraerá a los jóvenes: ¡la radicalidad! y se concreta en la alegría, la bondad, el darse, el servicio a los pobres, las elecciones de fidelidad a Dios, etc. Cuando el joven encuentra a personas que viven el evangelio de forma radical, se siente tocado, desafiado, estimulado a seguir, a dar lo mejor de sí, pues reconoce que existe allí algo verdadero, por lo que vale la pena consumirse. Un testimonio radical de la vida cristiana es la mejor invitación que podemos ofrecer para que el joven participe de la Iglesia.

La juventud es uno de los grandes retos de la Iglesia, el Papa Francisco lo sabe y por eso el Sínodo que acaba de celebrarse. Qué esperas de este Sínodo.
Espero que haya un nuevo entusiasmo, un nuevo deseo que nos despierte de la somnolencia, nos lleve a salir de la comodidad, a crear nuevos métodos de evangelizar, a ir al encuentro de los jóvenes y hacer todo para que ellos puedan verdaderamente conocer y seguir a Jesús.

Invita a los jóvenes al retiro de Talita Cumi
Queridos jóvenes de Vitória Gasteiz, los ojos de Dios están sobre ustedes porque Él los desea ardientemente para sí más que todo. Den a Dios sólo una oportunidad y ustedes verán cuánto Él es capaz de sorprenderlos.

Non solum sed etiam.


Pues qué quieren que les diga, que me encanta que en la Iglesia haya creatividad y que se busquen nuevas fórmulas para, no tanto adoctrinar, catequizar, o enseñar, sino para provocar el encuentro personal con Jesús de Nazaret.
Permitidme personalizar esta reflexión recordando cuando en la década de los 80 tomé parte de la creación del movimiento juvenil de la Adoración Nocturna en España. Éramos un grupo de jóvenes que por diversos motivos habíamos aterrizado en un movimiento de la Iglesia que conservaba casi intacta su identidad tal cual fue creado. Un movimiento que ayudó a miles de cristianos y que lo sigue haciendo desde unas fórmulas fijas y válidas cuales son las oraciones de la liturgia de las horas.
Pero muchos de aquellos jóvenes de mi época necesitábamos “otra cosa”. Y la buscamos, la imaginamos, la fuimos creando, gracias al esfuerzo de muchos jóvenes, al arropo de muchos adultos, y al acompañamiento de grandes sacerdotes. Rompimos moldes, recibimos algunas críticas, pero al final cientos de jóvenes llegaron a tener su encuentro con Dios en la Eucaristía gracias a aquella gesta.
Esto es lo bueno de la Iglesia y del mensaje de Jesús, que siempre puede actualizarse y seguir vivo en cada nueva generación.
Ánimo a los promotores y ojalá quienes vivan esa experiencia sientan esa llamada: “Talita Cumi”
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